La horrible sensación de cargarte algo sin querer

María Luisa tiene tres hijos y estaban como locos – los que son padres comprenderán esos momentos – así que se enfadó tanto por su comportamiento que cogió y les quitó la consola. Al esconderla estaba pensando un sitio, porque siempre acaban encontrándola, y finalmente decidió meterla en el horno. Sabía que ahí no mirarían. Por la noche lo precalentó para hacer unas pizzas para cenar y comenzó a salir humo y ese fue el momento en el que se dio cuenta que se había cargado algo.

Alberto llegó a casa un poco perjudicado y se sentó en el sofá sin darse cuenta que estaba la guitarra española y se la cargó. A Alina ya le había pasado esto antes: se compró dos pares de calcetines que iban enganchados con una brida. Para no coger unas tijeras decidió pegar un tirón y los calcetines acabaron agujereados. El jefe de Mónica trajo un destructor de documentos y soltaba mucho polvillo al trocear el papel por lo que, al ir a limpiarlo (en funcionamiento), se tragó el plumero. Ana Belén estaba en la boda de una amiga y esta le pidió que le cortara las tiras que se utilizan para colgar la prenda, pero le cortó la tira real del vestido. ¡Fue un auténtico momento de pánico!

¡Buenos Días, Javi y Mar! Edición Verano

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