Las grandes lecciones de vida que Dani Martín nos ha ido regalando este 2021: sus complejos y terapias
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Para muchos, 2021 ha sido un punto y aparte. Un momento en el que hacer borrón y cuenta nueva con todo lo vivido anteriormente. La pandemia ha provocado que se hagan reflexiones y exámenes de conciencia. Que nos mostremos más cristalinos y vulnerables ante la gente. Un ejemplo famoso de esto es Dani Martín quien, durante los seis meses y medio que llevamos gastados de este año, ha decidido sacar a la luz alguna de sus debilidades para concienciar a la sociedad de que no hay que tener miedo a mostrarse tal cual uno es.
El cantante ha dado el paso de ofrecernos una serie de lecciones que queremos recopilar, para darnos cuenta, viéndolas una detrás de otra, de lo necesario que es que personas con su peso mediático y su popularidad tengan gestos como este. De hecho, hace tan solo unos días, durante una entrevista con CADENA 100, Lola Índigo hacía hincapié en la importancia de que artistas con la importancia que él tiene, se hayan lanzado a hacer este tipo de confesiones públicas. "Referentes femeninos tenemos, pero masculinos no tantos. Porque también hay muchos niños en este tipo de asociaciones, y que salga un Dani Martín a decir que él también ha tenido problemas, me parece superinspirador", eran sus palabras durante la presentación de 'La niña'.
Las mismas hacían referencia a ese 'post' de Dani en su cuenta de Instagram desnudando sus complejos físicos ante los ojos de sus casi 900.000 'followers'. "Hoy me apetece contaros que toda mi vida he estado lleno de complejos. Nunca me ha gustado mi cuerpo, sobre todo mi pecho; me he juzgado siempre y me he exigido al máximo. Soy imperfecto, soy esto y hoy me gusta", comenzaba ese texto en el que se sinceraba.
"Mucha gente creerá: ¿pero éste que lo tiene todo cómo puede tener complejos? Pues los he tenido y los sigo teniendo, cada vez menos. Me apetecía enseñaros mis tetitas de cabritilla, así las he llamado yo siempre. Instagram, ¿por qué censuráis las tetitas de las chicas y las mías no? Vivan las personas, y que sean como quieran ser y como son. Un beso, cero moralina, me sale del corazón enseñar esto. Salud y amor a todos y todas", remataba esa aplaudida reflexión con más de 100.000 'likes'.
Hablar del psicólogo sin dobleces
Esta ha sido la última de esas lecciones a las que hacíamos referencia. La anterior mostrada en sus redes sociales se remonta al pasado 11 de junio. Fue ese día cuando se arrancó a confesar esos problemas psicológicos por los que, en un momento de hace ya tiempo, dio el paso de pedir ayuda profesional. Y, al margen del contenido de su mensaje, el envoltorio en el que iba dentro, conmovió a las redes sociales y se convirtió en viral.
"Estaba en la playa, pero hoy he cogido un avión. Hacía mucho que no me subía a uno, sobre todo para ir a un lugar maravilloso: el lugar donde en estos momentos de mi vida me siento mejor, más yo, más tranquilo, más feliz. Es un lugar donde me encanta hablar y donde me abro en canal. Es silencioso, cómodo, a veces paso calor, me emociono, conecto con mi infancia, con mi tristeza, con mis carencias, mis errores: a día de hoy es mi paraíso", comenzaba contextualizando Dani.
"Merece la pena encontrar lugares donde uno se siente que está trabajando y aprendiendo, tengo mucho que aprender de mí aún, así que seguiré cogiendo aviones para ir a ese puto paraíso del que os hablo. Se llama psiquiatra. Es un gimnasio donde la cabeza y las emociones se equilibran, se deshacen nudos, conoces de dónde vienen muchas cosas. Donde aprendes a ser quien eres o, al menos, lo intentas. Donde aceptas, donde asumes, donde soy feliz. Yo voy al psiquiatra, tal vez pueda servirle a alguien. No me considero ni referente, ni alguien que intente influenciar ni contar qué debe hacer cada uno en su vida, ni historias de esas. Tampoco me he comido a Buda, ni he dejado de ser el ser errante que soy. Tampoco tengo ninguna enfermedad mental diagnosticada, ni busco apoyo con este texto, sólo soy alguien que hoy vomita esto aquí porque así me ha salido al subirme al avión", entraba en materia antes de asegurar que se encuentra de maravilla y que lo único que el ha pasado es "la vida".
"Los psiquiatras no sólo medican a las personas, también hacen trabajos maravillosos para ordenar los trasteros que tenemos dentro cada uno, llenos de cosas desordenadas, mal ubicadas, descuidadas, con polvo, y te enseñan a deshacerte de otras que guardamos y que ya no necesitamos", era esa especie de moraleja final con la que ponía el colofón a una de sus mayores revelaciones en lo que llevamos de año.
Alza la voz en nuestras ondas
Pero el que fuera vocalista de El canto del loco no solo ha dejado estas enseñanzas a través de sus redes sociales. Las entrevistas, seguidas por miles de fans, también le han servido como altavoz para lanzar mensajes de esos que deben calar hondo. Sin ir más lejos, en los micrófonos de CADENA 100 el pasado mes de mayo, donde asgeuró vivir a su manera, pero también reconoció que ha aprendido a hacer frente al ruido mental que le invade en ciertas ocasiones.
"He aprendido a utilizar mi caja de herramientas y a meterme en un cuarto donde había un montón de trastos que no servían para nada algunos, otros estaban sucios, otros en lugares que no les correspondían y bueno, ahí estamos, ordenando el cuarto de los trastos", le revelaba a Christian Gálvez, a quien también le explicaba que ser como ha sido siempre, sin mostrarse con caretas o generando un personaje, es lo que leha valido siempre para tener un 'feedback' positivo con la gente. Algo que celebraba de manera especial.
Rock FM.
También en Rock FM se abrió sobre esos problemas que le han llevado al psiquiatra y que resultaron ser, más que un problema de depresión, una cuestión de tristeza. En ese escenario, en la entrevista realizada por Loquillo para 'La mafia del baile', hacía una reflexión muy importante sobre el arrepentimiento que siente por la cantidad de tiempo que le ha absorbido su carrera y que le ha impedido emprender proyectos personales como, por ejemplo, ser padre.
"Me arrepiento de haber dedicado tanto tiempo a mi proyecto y no tanto a mí mismo... Me he tenido muy olvidado a mí, por eso, con 44 años no tengo un hijo y me hubiera encantado", era el examen que hacía sobre él en esa charla. Una nueva lección, la de la sinceridad con uno mismo, que debemos aprender de Dani. Porque lo cierto es que es una de las que más escasean en la sociedad actual.
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