El diseñador de la portada del último disco de Estopa, 'Estopía', responde a la polémica por el uso de IA

Los hermanos Muñoz dan voz al profesional con el que llevan trabajando toda su carrera para que aclare las acusaciones que han recibido
La polémica de la IA que rodea a la portada del próximo disco de Estopa, 'Estopía': habla su diseñador
Instagram

Tiempo de lectura: 7’

A finales de la pasada semana, Estopa decidía, además de lanzar 'La Ranchera', un nuevo 'single' dentro de su próximo disco, 'Estopía', mostrar la portada que acompañará al mismo en su lanzamiento el próximo 15 de marzo. Y lo cierto es que, esa especie de 'Jardín de las delicias', de El Bosco, adaptado al universo de los hermanos Muñoz, levantaba ampollas. Muchas. ¿Por qué? Por el evidente uso de la Inteligencia Artificial para su puesta en pie. Algo que, como ahora mismo declara el creador de esa cubierta, nunca se ha negado ni se ha tratado de ocultar. Lo hace en una extensísima carta que se han encargado de difundir ellos a través de Twitter y que vamos a dejar íntegra aquí abajo:

Las explicaciones del diseñador de cabecera de Estopa

"Hola.

No estoy demasiado interesado en redes sociales. Y tampoco dispongo de ellas. Aun así, me ha resultado imposible no saber de la polémica generada en torno a la portada del último disco de Estopa, 'Estopía'. No me hace especial ilusión tener que dar explicaciones, pero puesto que, por lo visto, el grupo está recibiendo una serie de acusaciones sin culpa ni sustento, pensé que debería hacerlo. Antes de hablar de Estopía, me gustaría hacer una pequeña introducción que, como chapa que es, os podéis saltar y continuar leyendo a partir de donde dice: 'Volviendo a Estopía'. Lo primero que me gustaría decir es que hace 25 años que me dedico a la creación de producciones audiovisuales para museos y exposiciones. La ilustración, el cómic o el dibujo son 'solo' pasiones que me acompañan desde que tengo uso de razón. Desde que los primeros profesores de dibujo nos enseñaban cómo preparar dosieres de documentación, rapiñando revistas viejas por peluquerías para recortar un coche, un árbol, un peinado, un traje, una farola... Desde que aprendimos técnicas como la de entintar páginas por las dos caras, línea y sombras duras por una y sombras suaves por otra, de manera que la fotocopiadora nos devolvía unos grises de textura bastante peculiar, distinta a la aguada. Técnicas todas ellas que recuerdo con cariño, pero que no he vuelto a usar en mi vida.




Cuando mi interés por lo audiovisual me llevó a estudiar cine y realización, también aprendí a montar con Betacam, a manejarme entre códigos de tiempo y a darle a la ruedecilla. Buenos tiempos. Pero fuera, en el mundo profesional, la edición digital se imponía de forma imparable. Así que, atraído por lo que parecía una herramienta mágica, estudié 3D. Aquello era nuevo, y cada dos o tres años, las técnicas que uno había adquirido para generar dinámicas, mover partículas o riggear personajes devenían obsoletas por nuevas herramientas que de manera ágil ofrecían mejores resultados.

Y siempre seguí dibujando, ¿pero qué pasó con las técnicas de perspectiva y los puntos de fuga que nos enseñó aquel profesor de dibujo? Ahora podía angular cámaras, elegir el tiro adecuado en segundos con un programa de 3D proyectando fugas para luego dibujar encima. Sin embargo, recuerdo con cariño todas las vueltas que le di a la regla deslizando suavemente un lápiz duro.

En este punto me gustaría marcar la diferencia entre TÉCNICA y CREATIVIDAD (o EXPRESIVIDAD). La primera se ha visto trascendida de forma continua desde mucho antes de que en talleres de pintura como el del Bosco se enseñase a preparar pigmentos o tratar soportes. Y aunque, afortunadamente, hay maestros que hoy en día siguen trabajando así, las técnicas tienden a diluirse mientras que la creatividad (o expresividad) se mantiene siempre inalterada dentro del alma.

Dominar una técnica es maravilloso, pero el riesgo de que ésta sea relegada o superada por otra es algo inevitable. Supongo que los copistas medievales de la iglesia, con su asombrosa y exquisita técnica caligráfica, también se cagarían en el sombrero de Gutenberg, y si hubiesen tenido redes sociales, más. Sólo he asomado la napia media hora por las redes. He visto críticas de ilustradores con una magnífica técnica y una mirada afilada, con una creatividad que en la vida podrá ser sustituida por una inteligencia artificial. También he visto ilustradores de técnica escasa, calcadores de fotos, alter egos, detectives que no dan pie con bola... Todos igual de respetables si disfrutan de su trabajo. O incluso si disfrutan únicamente de hacerse llamar así.

Entrando en la inteligencia artificial. Es perfectamente comprensible que una persona apasionada por el dibujo, que haya dedicado muchísimas horas a practicar una técnica, a superarse y aprender de sus errores hasta conseguir unos preciosos ojos manga, le repatee las tripas que un tipo, sin conocimiento alguno de dibujo, esfuerzo ni pasión, utilizando una inteligencia artificial, consiga casi los mismos resultados introduciendo 4 palabritas. Y encima, si esa inteligencia artificial se está nutriendo de los mismos ojos que esa persona dibujó (o cualquiera de las otras 500.000 que dibujan preciosos ojos manga) la cosa ya da para enfurecerse en serio. Es totalmente comprensible.

Es algo que trasciende el plagio. Nadie consideraría plagio una canción porque esta haya utilizado un mí, un sol y un pad de sintetizador, como en aquella otra. Sin embargo, si el tema es obscenamente igual, o todavía peor, utilizan trozos de otras canciones, entonces nadie tiene duda. (Dios perdone a los dj's sampleadores de mi amado hip-hop).




Volviendo a Estopía.

Los hermanos Muñoz son mis amigos desde la infancia. Y hace 25 años, cuando ellos se profesionalizaron en la música y yo en las producciones audiovisuales, me dijeron: 'Tú harás nuestras portadas'. Y hasta hoy, han cumplido su palabra. Cuando empezamos a plantearnos la portada de Estopía, David, dado su gusto por la etimología, comentó que 'topos' significaba lugar o territorio, y que Estopía podía ser un lugar paranoico donde apareciesen elementos de sus 25 años de trayectoria. Y entonces añadió: 'Como en el cuadro del Bosco'. Ahí todos abrimos bien los ojos. No se podía tener un mejor 'input'.

En concreto, nos interesó la forma de mirar esa maravillosa pintura. Obviamente es potente a primera vista, pero cuando consigues navegar por una imagen en alta resolución de la obra, la experiencia es cautivadora. Salvando las distancias, queríamos conseguir esa sensación. Que fuera un dibujo para navegar por él, para pellizcar la pantalla y entrar, salir, moverse...

La idea nos encantaba, pero ¿cómo resolverlo técnicamente? Porque, como en cualquier trabajo, disponíamos de un tiempo y un presupuesto limitados. Y aunque le dediqué muchas más horas de las que este cubría, hubiese necesitado infinitamente más para conseguir lo que nos proponíamos con el nivel de detalle que buscábamos ilustrándolo todo a mano. Por aquel entonces, el tema de la Inteligencia Artificial ya comenzaba a ser muy escuchado y obviamente, como curiosos que somos, asomamos el hocico. Y del mismo modo que era imposible ilustrar todo aquello en los plazos y presupuesto que teníamos, era imposible que una inteligencia artificial generase algo así. Era completamente imposible. Y eso es tan fácil de comprobar como intentar encontrar en todo este puto mundo de internet una imagen generada con lA de esa complejidad, detalle y densidad de personajes. Pero, aunque eso hubiese sido posible, no lo hubiéramos hecho, ya que yo cobro por horas trabajadas y disfruto de mi trabajo.

Sin embargo, apareció una posibilidad para conseguirlo que en ningún momento intentamos ocultar (EstopíA). La Inteligencia Artificial puede ser usada de muchas formas. Prácticamente todo el mundo conoce las plataformas en las que introduces cuatro palabras y te ofrece una imagen generativa (el mismo buscador de Google lo ofrece). El proceso de creación de este tríptico fue realmente complejo y laborioso. Como en cualquier ilustración comienzas trabajando la composición, planteando el escenario y distribuyendo pesos. Luego comienzas a detallar grupos por separado. A bocetar personajes y elementos porque, a diferencia de lo que, supongo, se cree, el resultado no se controla mediante prompts, si no con bocetos. Y contra más trabajado esté el boceto, más se aproxima. Y viceversa. Si el boceto está poco detallado y se trata de un grupo grande de personas el resultado suele ser un sin Dios plagado anomalías o errores. Algunas de esas anomalías me resultaban interesantísima (para este proyecto onírico, repito, es lo que queríamos) y me llevaban a una nueva interpretación que no había planteado en el boceto.

Así que volvía a dibujar encima, eliminando partes que no me gustaban y reconsiderando nuevamente las figuras cuyo camino me parecía interesante. Un trabajo titánico de dibujo y máscaras en decenas y decenas de capas. Obviamente también utilicé referencias fotográficas, pinceles de efectos o cualquier otra técnica de ilustración digital. Por ejemplo, si yo quería poner a una mujer con una gran roca a sus espaldas, tenía que dibujar a una mujer con una gran roca a sus espaldas. Si quería esparcir unas bellotas alrededor del cochino situado en la O, tenía que dibujar las formas, plantarles el cascabullo y trazar unos brillos básicos. Y lo único que me he 'ahorrado' es la pátina de detalle, aunque después haya continuado detallando encima a mano. Pero si el nivel de detalle que tienen esas bellotas, y todo el resto, hubiera tenido que hacerse únicamente a mano, sin taller de pintura ni aprendices, hubiese sido imposible conseguirlo. Y en lugar de esa portada, hubiésemos tenido que hacer otra. Cada proyecto tiene sus condicionantes (tiempo y dinero) y sus objetivos. Para otro tipo de proyecto (como las ilustraciones simples de estilo personal de 'Rumba a lo Desconocido') no hubiese necesitado ninguna herramienta más que la wacom. Pero para lo que pretendíamos hacer aquí, no había otra forma. Y sin duda, ha sido el proyecto más complejo, que más intensamente me ha absorbido, que más me ha hecho sufrir y con el que más he aprendido y disfrutado creativamente. Y mi familia, y los que me rodean, lo saben.




Para acabar, como dije al principio, ni Estopa ni yo volveremos a tener nada que ver con el sector de la ilustración hasta el próximo álbum (Quizá, si el concepto nos lo pide, hagamos la portada a carboncillo o mejor aún, sobre un buen papel satinado entintado por ambas caras). Así que pediría que se dejase de acusar a Estopa de cosas que, además de ser falsas, no merecen. David y Jose, son dos personas extraordinarias que jamás perjudicarían a ningún oficio a sabiendas y harían todo lo posible para no ofender ninguna sensibilidad, algo harto difícil en este mundo.

De modo que, si alguien tiene la necesidad de seguir con eso, me abriré una cuenta de Twitter, o X o como se llame esa mierda para que podáis expresarlas contra quién diseñó la portada. Eso sí, no puedo asegurar que me deje caer mucho por ahí.

Muchas gracias por la atención, si habéis soportado la chapa.

Jandi".

Artistas relacionados

Relacionados

CADENA 100