'I Will Follow Him': un clásico de música góspel para celebrar la Semana Santa

Peggy March, cantante norteamericana,fue la que inmortalizó esta canción en 1992, y tuvo graves variaciones para acoplar la letra con un cántico espiritual
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Domingo de Ramos. Aroma de ramos y palmas. Sonidos de marchas procesionales que engalanan cada uno de los desfiles, que abarcan de sol a sol con grandes pasos de imaginería que transmiten fervor y cultura. Tambores y cornetas que se callan para escuchar las saetas, siempre a punto para la alabanza del Nazareno coronado de espinas y escarnecido. O la Madre firme y llorosa, al mismo tiempo. Fuerte y sufriente a la par.

Tiempo de dulces de pan y leche -llamados popularmente torrijas-, limonadas y otras viandas que invitan a dulcificar las penitencias cuaresmales que se acentúa en el Viernes Santo para desvanecerse en la Pascua Florida. Tiempo de películas religiosas y de recuerdos de música gospel que alaban al que muere y resucita. Eso sucede en Sister Act, una de las películas que incluye la comedia y la música gospel.

La película que vio la luz en 1992 narra las peripecias de una antigua estudiante de un colegio de monjas, al que retornará después de ser cantante de casinos y presenciar un atentado. Allí se le dará un disfraz de monja y terminará siendo la Maestra Capilla que coordina los cantos hasta llegar al “I Will Follow Him”, un tema que forma parte de la Banda Sonora de la película, pero que no es originario en absoluto de ella.



Peggy March, cantante norteamericana fue la que inmortalizó esta canción que llegó a 1992 y tuvo graves variaciones para acoplar la letra con un cántico espiritual, dado que iba a presidir el Papa en persona esa celebración en el hilo del largometraje. La letra evoca el seguimiento de Dios a modo de constancia, vaya donde vaya allí le seguirá. Da igual, la tierra que el Océano; allí le seguirá. La misma letra deja caer que ama profundamente a Dios. Nunca pone Dios, pero señala “Él” con mayúsculas, hablando del Absoluto.

El tema, en su origen, se prolongó como un éxito en la década de los años 70, y tuvo su réplica en la cantante británica Pétula Clark, o el francés y director de orquesta Frank Pourcel. Un seguimiento a Él que llega hoy a Jerusalén en un asno, justo y victorioso.


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