Aretha Franklin, gospel con respeto

Han pasado ya muchos años, nada menos que 46 desde que Aretha Franklin grabase su álbum “amazing grace”. Si hay alguien que es una voz autorizada en este género es ella. Fe de esto (y nunca mejor dicho) podrían dar genialidades de la talla de kirk Franklin, o la mísmisima Whitney Houston de la que Aretha fue madrina en la música espiritual y demás géneros.

El caso es que este pasado mes de octubre salía a la luz el documental histórico “amazing grace” realizado por el mago de “memorias de África”, Sydney Pollak, donde refleja uno de los momentos más inéditos como fue la canción respect que Franklin interpretó magistralmente en una Iglesia Baptista de Los Ángeles.

Oriunda de Menphis- Tennessee, Aretha Franklin nace en 1942 y tenía sensibilidad por los temas de defensa en la lucha por los derechos humanos. Seguramente de su padre, el Reverendo Franklin le vino la arteria de cantar, no solo Gospel, sino también entrar pot los mundos de la música del R&B y especialmente el soul. No es de extrañar que hablar en Norteamérica y en los ambientes del pop de Aretha, se le denomine con el apelativo de “lady soul” (la dama del soul), o con más finura la reina del soul. Sus posturas cada vez más revolucionarias fueron evolucionando hacia una canción más reivindicativa, pero sin abandonar su sangre gospeliana que le inculcó la familia dada su tradición religiosa cristiana.

Para elaborar todo este álbum Aretha se había encerrado dos noches en el templo para asegurar que la grabación saldría a pedir de boca. Tan perfecta como era ella. Su aroma espiritual se mezcla con lo humano que también habla de eterno cuando reivindica en Respect, el respeto para todos.

Y, cosas de la vida antes de morir, Aretha Franklin pudo ser espectadora y enjuiciadora del producto cinematográfico que ha visto la luz. Pero su opinión personal sobre esto es algo que nos lo contará en la eternidad, seguramente cantando Gospel con respecto.