¿Por qué lloramos de alegría o de pena?

Se puede llorar de alegría, de emoción y también de pena. Llorar es una forma de comunicarnos, aunque no siempre se quiera dejar fluir esta emoción, lo cierto es que va más allá de una voluntad propia.

Las lágrimas pueden tener diferentes significados, pero en cualquier caso, son una forma de suplir ciertas necesidades que tenemos como seres humanos. Cuando lloramos lo hacemos para comunicarnos con los demás, o de alguna manera, expresar lo que llevamos dentro. Es una de las formas más poderosas de mostrar nuestros sentimientos.

Ya desde que somos bebés, cuando nacemos o en nuestros primeros años de vida, utilizamos las lágrimas para hacernos oír, para que quienes están a nuestro alrededor se den cuenta de que necesitamos algo: comer, dormir, un dolor, miedo.. Y según pasan los años y nos hacemos mayores, las lágrimas alcanzan otros significados.

Principalmente existen 3 tipos diferentes de lágrimas:

1. Basales: son aquellas que producimos de forma constante, incluso podemos no darnos ni cuenta. Son las encargadas de mantener la humedad del ojo, y su finalidad es nutrirlo y protegerlo en todo momento de posibles infecciones. 
2. Reflejas: este tipo de lágrimas por lo general son incontrolables. Se forman para liberar al ojo de sustancias que pueden irritarlo, como por ejemplo el humo del tabaco, o el escozor que sentimos al partir una cebolla. 
3. Emocionales: estás se originan por un amplio espectro de emociones. Pueden aparecer cuando nos sentimos tristes por algún motivo, y necesitamos liberarnos. O por el contrario, podemos llorar de felicidad. En este tipo de lágrimas estarían incluidas también las que producimos ante una situación muy graciosa en la que no somos capaces de dejar de reírnos; o un momento de dolor físico que no podemos aguantar.

En conclusión, el llanto es algo muy común en la vida de los seres humanos. Nos libera de un estrés puntual, y además muchas personas se sienten más relajadas después de llorar. Realmente las lágrimas son una forma de descarga muy saludable y nada dañina. Aunque es cierto que en la sociedad sigue percibiéndose como algo negativo, ya que se juzga a la persona que llora como débil, vulnerable.. y es algo que deberíamos erradicar simplemente acompañando está reacción natural y normalizando su función ante los demás.