El último concierto de Amy Winehouse en Belgrado (Serbia): abucheada y avergonzada

Amy Winehouse ofreció un concierto en la ciudad serbia un mes antes de su muerte en 2011
El último concierto de Amy Winehouse en Belgrado (Serbia)

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Si hay algo que últimamente el cine esta haciendo es revivirnos a esas estrellas que o nos dejaron antes de lo que debían o simplemente ya no están subidos a los escenarios. Lo hacen a través de sus películas, de las biopics de los artistas. Lo hicieron con Freddie Mercury en ‘Bohemian Rhapsody’, con Elton John en ‘Rocket Man’ o con Bob Marley en ‘One Love’. Y ahora a tocado a la última artista en entrar en el Club de los 27 (grandes artistas que perdieron la vida a la edad de 27 años). El pasado viernes 12 de abril le tocó a Amy Winehouse.

El pasado fin de semana, los cines de todo el mundo vieron en su cartelera como se estrenaba el nuevo biopics de una estrella de la música, la película que cuenta la historia de Amy Winehouse, ‘Back To Black’. La trama del filme esta centrada en su historia de amor con Blake Fielder-Civil, que inspiró el famoso disco de la cantante. Una relación muy tormentosa que le llevó a su peor momento con sus adicciones. Problemas que se sentenciaron en el ultimo concierto de la artista en 18 de junio de 2011.

El último concierto de Winehouse

A mediados de junio de 2011, Amy no estaba bien de salud. Eso se vio en un concierto que ofreció en el Kalemegdan Park de Belgrado (Serbia) para 20.000 personas. Todos los que allí acudieron, pudieron ver a una artista de 27 años que no se podía sostener en pie e iba de un lado a otro del escenario. Una escena tremendamente dura.

Su carrera ya había estado marcada por los excesos, pero aquella noche los tremendos abucheos de los asistentes hicieron que las lágrimas de Amy brotasen. La artista, incapaz de articular las letras de sus canciones, se echó a llorar ante la inmensidad y frialdad de un público que la avergonzó y ridiculizó. Un espectáculo dantesco.

Un mes después, el cuerpo sin vida de la artista fue hallado en su casa de Candem Town (Londres). Además de su característico peinado, la cantante lucía un ajustado vestido negro de rayas que sus padres subastaron años más tarde. La prenda, diseñada por su amiga y estilista Naomi Parry, alcanzó un precio de 243.200 dólares, una cifra 16 veces más alta que su valor original de 15.000 dólares.


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