Comemos como somos

La forma en que ingerimos alimentos está directamente relacionada con nuestro estado de ánimo.
Comemos como somos
Comemos como somos

Tiempo de lectura: 2’

Con el tiempo, cada vez son más las personas que dan prioridad a todo lo relacionado con la comida: desde evitar los alimentos procesados y azúcares en general, hasta adquirir un compromiso medioambiental que implica renunciar a la carne y sus derivados, por ejemplo.
Pues bien, al parecer, resulta prácticamente imposible desligar el acto de comer de nuestro mundo emocional; así lo aseguran los expertos, quienes han tipificado algunos "hábitos alimenticios peligrosos" de esta forma:

Síndrome del picoteo

Esta forma de comer se caracteriza por una actitud desordenada: de pie, con estrés y sin reparar apenas en lo que se ingiere. En la mayoría de casos, se combina el momento de la comida con algún tipo de distracción, como mirar una pantalla. Esta conducta puede derivar a la larga en problemas de salud como la gastritis o la indigestión.

Compulsiones alimentarias

Es el trastorno alimentario más habitual, y se reconoce por una actitud impulsiva a la hora de comer: con voracidad y sin apenas masticar ni saborear los alimentos. Se establece pues una relación con estos que pasa por considerarlos pequeñas gratificaciones para suplir una carencia, o como parches momentáneos para calmar el estrés, la ansiedad, así como la soledad o la tristeza en general. Esta forma de comer lleva implícito un arrepentimiento posterior. Además, pueden aparecer el sobrepeso y la diabetes.




Crisis bulímica

Al contrario que en el caso anterior, este hábito dañino se caracteriza por comer con desgana, y suele afectar especialmente a gente joven y particularmente a mujeres. Al igual que en las compulsiones alimentarias, esta crisis suele ir asociada a otro tipo de problemas como la tensión, u otro tipo de vacío que trate de llenarse.

Ante estas actitudes nada beneficiosas para la salud, es preciso saber qué alimentos nos pueden ayudar a calmar la ansiedad:

Espárragos: gracias a su fibra, vitamina B y ácido fólico, proporcionan calma y bienestar mental en general.

Naranjas: se recomiendan especialmente para estimular el sistema inmunológico y rebajar el estrés.

Yogur natural: genera serotonina, que regula el estado anímico, el sueño, los niveles de estrés y la temperatura corporal, además de activar la flora intestinal.

Chocolate: Para los más ?dulceros?, comer 20 gramos de chocolate negro, no solo sacia esa necesidad atroz de dulce, sino que además mejora el estado anímico; además, es rico en antioxidantes.

Ya sabes, cuidarse pasa por ordenar todos los hábitos y darles la importancia que merecen...

Saludos de Jordi Cruz, ¡y a comerse la semana!

Artistas relacionados

CADENA 100