Taylor Swift y la apasionada actividad de sus fans que son capaces de crear terremotos

Todo el mundo que acude a un gran concierto, de una gran estrella, sabe que el ruido va a estar presente. Por supuesto, la mayor parte va a estar en el recinto, pero otra parte puede estar molestando a los vecinos. Pero pocas veces se ha dicho (enserio) que un concierto pueda dar lugar a un terremoto.

Pero, si tuviésemos que apostar por una artista que pudiese conseguirlo, esa sería sin duda Taylor Swift y sus fans, los/las ‘swifties’. Y desde luego ganaríamos la apuesta. Por que hemos podido saber por científicos de Caltech (Instituto Tecnológico de California) que el pasado concierto de Los Ángeles que se celebró en agosto de 2023 quedó registrado en los sismómetros.

Y es que, en su estudio en Seismological Research Letters, la sismóloga Gabrielle Tepp y sus compañeros de departamento pudieron identificar como los temblores de las canciones de la artista quedaban registrados en la Escala de Richter. Su conclusión es que los responsables del seísmo fueron bailes y saltos de los 70.000 ‘swifties’ que llenaron el estadio SoFi los que generaron los distintos temblores armónicos del concierto.

La científica Gabrielle Tepp y sus compañeros instalaron potentes sensores de movimiento en el estadio SoFi, analizando los datos recopilados por esos dispositivos junto con los datos de las estaciones cercanas permanentes de la red sísmica regional. Investigaciones anteriores muestran que el "temblor de concierto" se puede registrar como señales de larga duración con picos de frecuencia armónica de banda estrecha entre 1 y 10 hercios.

Este tipo de señal de baja frecuencia se parece al temblor armónico registrado en fuentes naturales como volcanes y fuentes humanas como trenes. Uno de los objetivos del equipo de investigación era encontrar una manera de extraer las señales de temblor del concierto a partir de espectrogramas.

La segunda vez que los ‘swifties’ hacen temblar la tierra

Y como ya sabemos que los fans de Taylor Swift lo dan todos en los conciertos de la artista de Pensilvania, también sabemos que no es la primera vez. De hecho, en un concierto que se produjo en Seattle un mes antes, donde la actividad sísmica registro un terremoto de magnitud 2,3. Un hecho que fue analizado por la sismóloga Jackie Caplan-Auerbach que recogió los datos de esas dos noches de espectáculo. "Enseguida me di cuenta de que tenían claramente el mismo patrón de señales".

Para hacernos una idea, un terremoto de magnitud 2,3 es lo mismo que se vivió el pasado mes de enero en Alicante. Todos aquellos seísmos con potencias menores a 2,0 son considerados “microsismos imperceptibles”. De hecho, se dice que hay unos 8000 al día. En su mayoría, tampoco serían perceptibles los sismos entre la magnitud 2 y 3.

A partir de la magnitud 3, sí comenzarían a sentirse regularmente y por la mayoría de la población de la zona del epicentro. A pesar de esto, rara vez ocasionan daños materiales o personales.