El fallo que cometes al cocinar las lentejas y que tiene fácil solución para no tapar su sabor

Ha sido un nutricionista quien ha subrayado este error en el que puede que no hayas caído, y te da la solución para poner remedio
El error que cometemos al cocinar las lentejas y que puedes solucionar de manera muy sencilla
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La gastronomía española es rica y variada. Y las legumbres son una de esas familias de alimentos que debemos incorporar en nuestro menú para tener una dieta equilibrada. Una opción son las lentejas, que cada uno hace a su manera. Seguramente, para ti, las mejores sean las de tu madre o las de tu abuela. Ese sabor que te lleva a la infancia y que añoras. Incluso, que disfrutas aún ahora. Hay quien las prepara con verduras, carne o (si te das el capricho) con un chorizo o una morcilla. Pero el farmacéutico y nutricionista Alfredo Carpintero, en una entrevista para la revista femenina 'Telva', ha advertido sobre el hecho de cocinar tus lentejas con embutido. Sí, algo que se hace manera habitual y que podría no ser tan recomendable como pensamos.

A lo largo de esa charla lo que asegura es que "normalmente cuando se cocinan guisadas al estilo de la cocina clásica se suele utilizar grasas para acompañar y aumentar el sabor. A las lentejas o judías blancas cocinadas de esa forma se añaden grasas como chorizo, morcilla...". Por ello, para evitar ese 'fallo' o error, este experto propone comerlas guisadas con verduras y, si se incorpora proteína animal, que sea preferiblemente carne de pollo o conejo. Opciones mucho más saludables y con las que disfrutar de un mayor sabor de la lenteja, que debe ser la protagonsitas principal

El debate más importante sobre las lentejas 

El debate más importante sobre las lentejas 


Más allá de eso, destaca que la mejor manera de tomarlas es en ensalada. Esto te aportaría una mayor cantidad de fibra y el contenido calórico sería menor (si escoges adecuadamente los ingredientes).

Por último, debes saber que también es fundamental escoger bien el tipo de lenteja. Suele decirse que mucho mejor consumir las lentejas crudas que las de bote. Además, si por casualidad encuentras lentejas de diferentes colores, ni las mires, ya que su sabor no es el original y se deshacen a la hora del guiso.

Otros deslices que cometes a la hora de cocinar lentejas

No medir las cantidades adecuadamente también puede echar a perder tu plato. Lo más recomendable son 500 gramos de lentejas por dos o tres litros de agua en cocción tradicional. Se coloca un mínimo de cuatro veces más agua, ya que si ponemos menos se evaporará y se nos pueden quemar las lentejas. Si se quedan sin agua hay que añadir más, siempre caliente.

El error de manual que no se tiene en cuenta a la hora de hacer unas buenas lentejas

 


Todo vale, pero hay que abstenerse de abusar del sofrito con pimentón si queremos añadir chorizo a las lentejas. Luego también hay que abstenerse de abusar del sofrito con pimentón y, por otra parte, es fundamental escoger el utensilio adecuado para elaborarlas. Una buena olla.

¿Cuáles son los beneficios de las legumbres y qué hacer para no tener gases intestinales?

Las legumbres son un grupo de alimentos muy amplio que contiene una cantidad importante de nutrientes para nuestro organismo.

Entre otras cosas, ofrecen fibra, hidratos de carbono y proteínas vegetales. A su vez, dentro de las legumbres encontramos diferentes tipos como las lentejas cuyo integrante fundamental es el hierro que aportan, los garbanzos que portan además calcio, potasio, magnesio y hierro vegetal o las judías negras, blancas y pintas, que poseen una gran proporción de proteínas, especialmente las negras.

Los gases y las digestiones complicadas suelen acompañar a la consumición de las legumbres. Una de las formas que pueden abordarse para una mejor digestión es a través de las llamadas “infusiones digestivas” como el hinojo, la manzanilla, la menta, el anís estrellado o verde, etc. Solo en determinadas patologías digestivas se desaconseja su consumición.

Para poder ser ingeridas de forma satisfactoria, si se eligen en seco, las legumbres han de remojarse antes de su preparación. Generalmente, se habla de un mínimo de 8 horas, pero incluso si es posible llegar a 24 horas de mantenerlo bajo el agua, mejor. Ya que el remojo prolongado ayuda a eliminar los azúcares que contienen las cáscaras de las legumbres, de manera que será más fácil de digerir y provocar menos gases.

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