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El público de Dani Martín en la primera noche de 'Qué caro es el tiempo' en el WiZink Center de Madrid

Cuando uno lleva 25 años conquistando corazones, desgarrando gargantas y haciendo entrar en una especie de éxtasis a todos cuantos le siguen, pocas palabras necesita para montar un espectáculo en el que nadoe eche nada de menos. Las letras de Dani Martín dicen tanto, que durante la primera hora de ese concierto con el que su gira 'Qué caro es el tiempo' aterrizaba en Madrid - su Madrid-, apenas dijo un par de frases y alentó a un WiZink Center entregado a lo que saliera de ese micrófono que sabe agarrar con la firme dulzura de quien sabe que, con él, tiene el poder.

'La Suerte De Mi Vida' era el tema elegido por el artista para arrancar un 'show' -tan solo siete minutos después de esas 21.30 horas para las que estaba programado el comienzo- en el que se apoyaba en dos temendos clásicos de esos que todos nos sabemos de memoria, acorde a acorde, verso a verso, como son 'Volverás' y 'Son Sueños'. Era ahí cuando saludaba, dando las buenas noches, a "la ciudad más bonita del mundo": la suya.

Era el momento de que sonará la creación que, finalmente, ha servido para dar nombre a la gira. Por cierto, que se le olvidaba buena parte de la letra de su 'Qué caro es el tiempo'. A la gente, le daba igual. Desde la pista, como en los viejos tiempos -aunque con un mosaico de mascarillas que hablan de una reposabilidad que el propio Dani pondría en valor más adelante-, saltaba, cantaba, bailaba... Se divertía. Eso era justo lo que Martín, exprimiendo cada instante de esa hora y media de espectáculo, acababa de pedir. Su gente, lo hacía. Tal y como acudían en masa a hacerse con las entradas nada más salir la venta. Porque, tras ese parón obligado, Dani ha llenado no uno ni dos. Tampoco tres o cuatro. Cinco WiZink Center, que se dice pronto, son los que ha sido capaz de llenar, y aún le quedan cuatro apoteósicas noches por delante.


CADENA 100