El vídeo del desagarrado testimonio del expianista de Camela tras la muerte de su hijo: "No se puede asimilar"
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Completamente destrozado por el dolor, Miguel Ángel Cabrera, el que fuera pianista del grupo Camela, ha decidido romper su silencio en Instagram para contar, con todos los detalles que su cabeza le han permitido, cómo su hijo fallecía hace tan solo unos días a la tierna edad de 18 años. En un vídeo que refleja a la perfección por lo que está pasando después de esta durísima pérdida de Rafael, a quien estaba muy unido y al que no se saca de la cabeza tras esta marcha tan prematura.
"El 28 de febrero mi hijo tuvo un accidente con 18 años en Aranjuez. Estuvo ingresado en la UCI unos cuatro días. El 4 de febrero falleció con 18 años. Hoy es día 4 de abril. Mi hijo estaba muy unido a mí, estaba encariñado de mí. La verdad es que es una pérdida que no se puede asimilar, queda de por vida", explica muy afectado, después de aclarar que lo hace porque todas las personas que se han preocupado por él, escribiéndole a través de las redes sociales, se merecen que así sea. Que se ponga delante de la cámara, derribando los obstáculos emocionales, y expliqué qué fue lo que pasó.
Una carta desgarradora antes de la explicación
"Me cuesta mucho hacer este vídeo. No hay forma de verlo, hoy por hoy. La vida me ha cambiado de un día para otro, solo quienes pasan por esto lo entienden", se desahoga mirando a cámara. Una grabación esta que llega un par de días después de haber lanzado un mensaje de amor verdadero de padre, por si Rafael pudiera escucharle allá donde se encuentre: "Amor mío lo que te quiero, santito mío mi niño, que no me decía una palabra más alta y te lo has llevado. Cariño mío, lo que te echo de menos, lo que echo de menos tus videollamadas contándome chistes sin sentido y me hacías reír, gordito. Te amo hijo mío, siempre voy a estar contigo".
Al lado de esas palabras, una carta de esas que desgarran el alma por la profundidad de las palabras: "¿Te he dicho alguna vez que te amo? Seguramente se me habrá pasado alguna vez mi niño, pero ahora me doy cuenta que existe esa palabra y lo que siento por ti es amor. Cariño mío, lo que te echo de menos, lo que echo de menos tus videollamadas contándome chistes sin sentido y me hacías reír gordito, rey mío, rey de reyes, angelito mío, rey del cielo, mi universo, rey de todo lo que hay allá arriba, cada día que pasa me doy más cuenta que no estás aquí en este mundo, pero sí en mi corazón hasta que esté contigo, te recordaré por vida amor mío. ¿Alguna vez te he dicho que te amo? No te lo voy a decir yo, te lo va a decir mi corazón, rey mío. Gordito mío, te quiero más que a mi vida".
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