¿Eres incapaz de meditar? Estos son los trucos más efectivos para iniciarte en esta relajante práctica

Tu familia, tus amigos, todas las cuentas que sigues en las redes sociales...todos, absolutamente todos, han empezado a practicar deportes como yoga, pilates, o la meditación. ¿Y tú? Tú te ves incapaz, por una parte, de realizar esas posturas imposibles y, por otra, de estar tanto tiempo en silencio, escuchando música relajante y "reconectando" contigo mismo. Es más, piensas que es una chorrada.  Pero, ante la cantidad de gente que lo recomienda, te ha entrado la curiosidad, y ahora sientes la necesidad de probarlo. Pero, ¿cómo iniciarse en esta práctica?

¿En qué consiste, exactamente, la meditación?

Lo primero que debemos tener claro es qué es, realmente, meditar. Aunque pueda sorprenderte, no tiene nada que ver con sentarte durante horas con las piernas cruzadas y repetir "ommmmms" hasta la saciedad. Tampoco tienes que ser creyente de ninguna religión específica, ni mucho menos levantarte al amanecer para meditar con los primeros rayos de sol. Olvídate de esos clichés. ‘‘Es la capacidad de prestar atención al presente, al aquí y el ahora, observando sin juzgar las diferentes experiencias (pensamientos, sentimientos, sensaciones) que suceden cada momento’’, explica el psicólogo Pedro Sánchez a la revista Cosmopolitan.

Es decir, meditar consiste en concentrarse y controlar todas las ideas, buenas o malas, que pasan por tu cerebro. Según Sánchez, esta es una capacidad que "todo el mundo puede desarrollar", por lo que no vale volver a decir que no sabes meditar. Claro que no sabes, pero se puede aprender. Lo que hay que tener en cuenta es que no todo el mundo aprende con la misma facilidad: "hay algunas que meditan más fácilmente sobre percepciones o sensaciones propioceptivas (respiración, ritmo cardíaco, etc.). Otras, sin embargo, les resulta más sencillo a través de objetos visuales (por ejemplo, mandalas) o de visualización creativa. Y otras personas mediante ejercicios con sonido (a través de recitar “mantras”, mantener un sonido como el del cuenco tibetano, etc.)’’, dice Sánchez. Lo importante es probar y ver cuál es la que mejor te hace sentir y más fácil te resulta.

¿Cómo inciarse en la meditación?

Lo más fácil es empezar por las meditaciones guiadas. Con Internet al alcance de nuestra mano, muchos 'coach' se graban durante sus sesiones de meditación y lo suben a Youtube, Spotify, etc. Lo primero que te enseñarán, probablemente, es a controlar tu respiración, que es lo más importante de la meditación. ‘‘Uno de los ejercicios más básicos y antiguo es la meditación Vipassana. Se pone como objeto meditativo la propia respiración y se atienden a las distintas y sutiles percepciones de la misma al inspirar y al expirar’’, recomienda Pedro. Al principio, el mejor modo de medir tu respiración es siendo consiente de la entrada y salida del aire, de cómo se hinchan y deshinchan los pulmones, etc.

En cuanto al entorno en el que debes meditar, te recomentamos buscar un sitio tranquilo y que te aporte paz. Además, intenta buscar un momento en el que sepas que nadie va a interrumpirte ni molestarte. Para empezar, lo mejor es adoptar la postura del loto o semiloto, con las piernas cruzadas y la espalda todo lo recta que puedas. Si no quieres sentarte en el suelo, o te resulta incómodo, también puedes sentarte en una silla.

Cuando acabes, no pienses en cómo lo has hecho, no te juzgues a ti mismo. Habrá días en los que estés más concentrados que otros, todo depende de tu estado emocional y de los temas que te preocupen en el momento. Lo importante no es cómo lo haces, si no el resultado. Si al acabar te sientes más relajado, ya te ha servido para algo.

Los beneficios de la meditación

Esta práctica ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, y a alcanzar un estado de paz y tranquilidad. "Sus beneficios son también fisiológicos y psicológicos. En el primer ámbito, ayuda a regular la presión arterial, frecuencia respiratoria, regular las fases del sueño... En el segundo, te dará calma y quietud, aumento de la concentración, facilidad de aprendizaje, capacidad creativa, energía mental... Además, reduce la sensación de angustia y el estado de desánimo, aumentando el bienestar’’, concluye el psicólogo Pedro Sánchez.

Parece ser que la meditación aporta todo aquello que necesitamos para sobrevivir al confinamiento sin perder la cordura. ¿Vas a intentarlo ahora que conoces todos sus beneficios?

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