El tremendo susto de un hombre que fue a por comida y descubrió que tenía una duda millonaria
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Parece un chiste, pero no. Lo cierto es que hay circunstancias que nos gustarían que fuera una broma de mal gusto, pero nada más lejos de la realidad. Y es que la historia de Frédéric d'Aspremont, ha dado la vuelta al mundo.
Todo transcurre cuando el empresario belga se disponía a pagar el sándwich con el que pensaba almorzar un día frío de noviembre en la ciudad flamenca de Amberes. Sacó su tarjeta de crédito, y el resultado le resultó embarazoso. Rechazada. Volvió a intentarlo, seguro que se trataba de algún tipo de error. No, no. Rechazada de nuevo. Se tuvo que retirar sin su bocadillo e inmediatamente abrió el móvil para mirar la aplicación de su banco.
Al abrir la app, no dio crédito a lo que leía. El pobre Frédéric acumulaba una deuda de 99 999 996 509,16 euros, redondeando, unos cien mil millones de euros, según asegura el diario holandés De Telegraaf.
Según aseguraba el propio Frédéric, no fue tan fácil que se solucionara el tema: "Tuve que remover Roma con Santiago para lograr que se solventara el asunto, tuve que insistir mucho a través de mi abogado", decía el afectado.
D'Aspremont llegó a meditar emprender acciones legales contra la empresa, pero al final todo ha tenido un final feliz: el banco le ha restituido la deuda y su cuenta bancaria ha vuelto a su nivel habitual. Eso sí, aún se desconoce el error que impidió a Frédéric almorzar aquel día de noviembre. Y hacer cualquier uso de sus cuentas bancarias durante los días siguientes.
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