El tremendo enfado de Ágata Ruiz de la Prada con Juan del Val: ''Se portó fatal conmigo''
Redactor
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Ágata Ruiz de la Prada forma parte de las ocho concursantes VIP que participa en El Desafío, un verdadero fenómeno televisivo que llega a manos de Pablo Motos y Jorge Salvador con su productora 7yAcción. El programa que está presentado por Roberto Leal, se emite los viernes en Antena 3. El éxito del nuevo programa ha sido indiscutible y poniendo a prueba a varios celebrities, vemos cómo las diversas pruebas les lleva al límite. Durante las primeras cuatro entregas el pasado 15 de enero, la emblemática diseñadora de moda más reconocida de nuestro país, sacó adelante las duras pruebas a las que tenía que hacer frente. A pesar de esto, en cuanto a la quinta grabación, todo se convirtió en una gran "catástrofe" para Ágatha.
El Desafío dio lugar a un momento inesperado que nunca se ha visto por televisión. Ha sido de lo más tenso que se ha vivido en esta primera temporada del programa. “Se montó una buena de verdad” le contó Ágatha a Hola durante una entrevista. El nuevo reto para la diseñadora consistía en emular una de las escenas cinematográficas más icónicas de los últimos tiempos tuvo que recrear una parte de la película 'La, la, land' específicamente la famosa coreografía grupal de un atasco en la autopista al son del tema Another day of sun. Pero poco después estaba claro que la prueba creó algunas complicaciones para la diseñadora.
"Durante toda mi vida me hubiera encantado saber cantar, pero no sé. Es una cosa desde pequeña, de familia... No tengo oído ni memoria. Si supiera hacerlo, iba a estar yo donde estoy. Es como si a ti te piden que hables en japonés; aunque quieras, no puedes", nos explica Ágatha. Les dije entonces que no sé cantar y, total, que me hacen bailar. Es una canción que me gusta muchísimo, súper importante para mí porque la escuchaba cuando me acababa de divorciar y me fui con uno que me chiflaba. Me parece muy romántica y bonita pero, a la vez, dificilísima con toda esa gente saliendo de los coches y saltando. Por mucho que lo ensayes aunque fuera solo tres veces y hagas un playback, no tenía cómo hacerlo bien", contó la diseñadora, explicando lo complicado que era para ella: ”Ahí empezó la catástrofe", dejando claro que esto no era para ella.
Ágatha también añadió “ese día iba Pilar Rubio como invitada al jurado y Juan del Val se emocionó, porque se ve que para él ella es lo más del planeta. Pero en El Desafío la reina es Tamara Falcó, que a mí me cae fenomenal.” Así, una vez ejecutado el baile, al marido de Nuria Roca no le debió gustar nada lo que vio porque “se puso muy maleducado y terrible conmigo. Todos alucinaron con su salida de tono. Se le fue la cabeza y parece que la manera en la que quería destacar sobre el resto era insultándome a mí. No le volví a mirar. Él sabe que se portó muy mal y se pasó setenta pueblos", según la diseñadora "Me decía que si no vocalizaba bien… pero ¿cómo voy a vocalizar?, aunque hubiera estado con ello siete meses”, nos cuenta, confirmado por tanto que aquel día "se montó una buena de verdad”.
En cuanto a los otros jueces, Ágatha reconoce que "Santiago Segura dice barbaridades, pero, como es listo e inteligente, lo hace con gracia, divertido y te ríes con él. Es alguien a quien respeto y admiro. Sin embargo, Juan del Val está un poco perdido aunque ahora esté de moda”. . Ágatha Ruiz ya decidió dejar el programa para no volver: "Pensé que ya no estoy para estas cosas y estuve a punto de irme. Les dije ¡me voy!... y ahí estaba Susana Uribarri (la representante de Ágatha). Fue una situación realmente antipática y violenta. Todo el mundo se agobió, Jorge Brazález me abrazaba, mis compañeros fueron adorables... todos menos Juan del Val. Me están comparando con gente como mi amigo David Bustamante, que entrena siete horas al día; o con Gemma Mengual que es una mujer olímpica, ¡no me fastidies!", exclama.
Ágatha dejó claro que se iba del programa y que no se sentía cómoda, pero también relata que: "No lo tenía del todo claro porque había firmado un contrato, pero Jorge Salvador (productor de El Desafío) estuvo muy elegante conmigo y me dijo que eso no importaba. Solo me pidió que por favor no me fuera. Considero que al menos tenía que haberme mandado unas flores o algo, pero es incapaz de pedir perdón", dice la diseñadora. Para mí ha sido durísimo. No sé si la gente se da cuenta de lo que cuesta cada reto, los mareos... Yo no hago deporte y este es un formato, digámoslo así, muy poco idóneo para mí. Me dijeron que era un programa blanco pero casi prefiero ahora irme a La isla de las tentaciones” contaba entre risas.
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