Toñi Moreno se sale del discurso oficial de la maternidad: ''No sentí ese flechazo''

Toñi Moreno está en un momento en su vida dulce en lo personal y en lo profesional, lo que no significa que no tengas sus ''sombras''. Y en este libro, “Madre después de los 40. La verdad del cuento”, la presentadora ha querido hablar abiertamente de ello: de lo que se cuenta y lo que nadie se atreve a verbalizar.

Este trabajo surgió durante los meses del confinamiento justo después del nacimiento de Lola, la primera y de momento única hija de la periodista Toñi Moreno. El libro nació en pleno confinamiento, "porque estaba sola en Madrid en una casa de 80 metros con mi hija y mucho tiempo libre". Un confinamiento que le ha proporcionado experiencias que nunca pensó, "lo he pasado con una chica a la que contraté para cuidar a mi hija, una chica de Nicaragua que no conocía de nada y su hijo de siete años y hemos estado los cuatro en el piso de 80 metros y al final he creado una familia que no me esperaba y he aprendido a ser madre con ella".

El 'shock' del parto

Durante las diferentes entrevistas promocionales que ha hecho para darlo a conocer, Moreno no se ha cortado a la hora de hablar abiertamente sobre los pros y los contras de ser mamá, porque es un tema tabú todavía en la actualidad. Tal vez por esto, cada vez sean más las madres famosas que hablan sin tapujos al respecto, para ''ayudar a las que no tienen visibilidad''. Un apoyo indirecto ante el que Toñi se ha salido del discurso oficial y habla como nadie públicamente sobre el sentimiento. ''Cuando nació mu hija no sentí ese flechazo que se producen entre una madre y un bebé'', cuenta con dureza. Y es que, el 'shock' fue tal, que le costó horas y días poder conectar con ella como mamá. ''A mí me pasó que cuando pares y la oyes llorar, en lo primero que piensas es: qué hago con ella, dónde la pongo. Tampoco tienes ese sentimiento de angustia porque estás tan cansada... Cuando de verdad estoy aprendiendo a querer a mi hija es ahora, después de diez meses, que me voy encontrando con mi cuerpo y mi cabeza'', explica. ''Al nacer por cesárea yo la veía bonita, pero no fue ese momento mágico, pues en lo único en lo que podía pensar era en sobrevivir. El reconocimiento mutuo va creciendo día a día. Yo ahora sí siento que cada día la quiero más, es un sentimiento que crece con vivencias'', zanja con crudeza.

La enseñanza de Lola

Lo que sí asegura es que es el amor de su vida y lo más importante que tiene. Un sueño cumplido, pero no todo ha sido un camino de rosas.

Una de las cosas ante las que todavía no se ha repuesto es al rechazo de su cuerpo: ''No me reconozco en mi cuerpo, espero recuperar el de antes del embarazo'', afirma.

Ahora si algo dice con orgullo Moreno es que su hiaj le ha enseñado más cosas a sus meses de edad que ella misma a Lola. ''Me ha enseñado a ser paciente, que es una virtud de la que carecía. Eso que cuentan de que un hijo te cambia la vida en cierto modo. Desde que nacen ya no eres la misma, dejas de pensar en primera persona del singular, para preocuparte de su tu hiaj está sana, duerme, come...''.

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