Tamara Gorro se enfrenta a su día más agridulce junto a su hijo y su abuela: “Estoy feliz y angustiada”

Tamara Gorro preparó anoche todo lo necesario para que cuando su hijo Antonio se despertara, se llevara una gran sorpresa de cumpleaños. El pequeño cumple hoy 3 años y va a poder disfrutar de una pequeña fiesta en casa con la familia debido a las restricciones sanitarias por el coronavirus. Pero hay algo que ha empañado esta felicidad de la influencer y es que su abuela, a la que llama cariñosamente yaya, ha sido intervenida en el hospital de algo aparentemente sencillo pero que con su edad y sus condiciones de salud es aún más complicado. Y, aunque afortunadamente ha salido bien, tiene la angustia de no poder estar junto a ella debido a las medidas obligatorias durante la pandemia.

En todo momento ha querido informar a sus seguidores, su familia virtual, de cómo se encontraba y de qué estaba sucediendo mientras esperaba en el hospital a que su abuela saliera del quirófano. “Estoy de los nervios”, ha comenzado diciendo. No quería contarlo para no preocupar pero como es tan transparente y cercana con los que la siguen, ha querido hacerlo público. "Estoy muy feliz y a la vez bastante angustiada", ha reconocido. Y es que su hijo cumple tres añitos pero a este momento bonito se une otro más “jodido”. "Operan a mi yaya. ¿Os acordáis de cuando estuvo malita? Pues quedó pendiente esta operación y mañana se la hacen", ha explicado.

La angustia de Tamara Gorro tras la operación de su yaya

"Si me hacen a mí lo mismo no pasaría nada, sería una operación muy sencilla. Pero como ella tiene problemas de salud, lo que puede conllevar es un poco más delicado", ha dicho muy preocupada. Pero por suerte todo ha salido bien y horas después ha dado el parte a todos sus seguidores. “Bonitos míos, me estáis bombardeando a mensajes y os lo agradezco mucho. La operación de la yaya ha salido bien, estaba claro que iba a salir bien pero la historia no es esa sino las 48 horas después, estoy de los nervios”, ha explicado.

“Tengo una angustia porque esta situación del Covid es tan terrible… y lo mío no es nada, es que hay personas que han perdido a sus familiares sin poder despedirse. Es una angustia saber que mi yaya tan mayor, que no oye, que está malita, no poder ayudarla, que esté ahí sola, pero no me van a dejar a mí, es por lógica”, ha comentado, visiblemente triste por haberla tenido que dejar sola. Pero sabe que está en buenas manos y eso le consuela: “está en el hospital viejo de Móstoles y hay muy buenos profesionales y la van a cuidar mucho”. Pero también hay motivos para celebrar y se ha ido directa a recoger a su hijo Antonio del colegio para celebrar su cumpleaños. “Voy a por su tarta y a soplar las velas, cantar y bailar para que él no note nada”, ha afirmado.

El cumpleaños de su hijo Antonio, motivo para celebrar

Dentro de esta angustia también tiene motivos para sonreír y es que hace tres años se convirtió en madre por segunda vez. Su hijo Antonio es su ojito derecho y ha querido dedicarle unas bonitas palabras en sus redes sociales junto a una fotografía en la que aparecen ambos muy sonrientes. “VOLVERÍA A REPETIRLO UNA Y OTRA VEZ… Tres años juntos físicamente, pero cuatro buscándote mi amor. Primero llegó tu hermana, y decidí no rendirme, seguir luchando con tal de tenerte junto a nosotros. Y... ahora le doy sentido a todo. Tenías que llegar en ese justo momento”, ha comenzado diciendo. “Se tuvo que ir él, nuestro gran Antonio, para que dentro de ese enorme dolor aparecieses tú, convirtiéndote en el milagro más bonito de la vida”, ha dicho, recordando a su amigo fallecido que murió pocos días antes de quedarse embarazada.

“Sí hijo... volvería a repetirlo una y mil veces más, porque eres tú, es tenerte a ti, es alegrarme los días con tu mirada, sentirme amada, contagiarme de tu alegría, ver como tu bondad cada día crece más… Eres mi ángel, el hombre de mi vida y mi oxígeno”, ha escrito. “Y créeme pequeño, mamá siempre estará a tu lado con un objetivo, devolverte aquello que desde hace tres años me diste, FELICIDAD. Te amo con toda mi alma hijo. FELICES TRES HERMOSOS AÑOS MI VIDA·, ha concluido.

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