Salir de casa y montarse en un taxi aéreo, una posibilidad cada vez más real

Esta idea, en fase avanzada de estudio, recuerda a la mítica película de ciencia ficción Blade Runner, que hace ya 36 años anticipó la llegada de los coches voladores a Los Ángeles.

La seguridad, la contaminación acústica y la infraestructura operativa del transporte por aire dentro de las ciudades son los principales retos que tiene por delante esta industria, que pretende que en los próximos años existan ya “carriles” aéreos.
 

Esos “carriles” serán como una especie de túnel o tobogán imaginarios que unirán un punto de despegue y otro de aterrizaje a través del aire. Será un sistema mucho más seguro, ya que el conductor únicamente tendrá que seguir ese carril virtual y, si se sale, el sistema del coche lo detectará y dará un aviso. Así lo explica, explica Felipe Varon, fundador y consejero delegado de la empresa emergente Varon Vehicles.
 

Estos vehículos no variarán mucho respecto a los coches terrestres de hoy en día, ya que serán manejados con un volante similar, aunque con una herramienta que inicia el vuelo. Todos estos tipos de automóviles tendrán un objetivo en común: mejorar el transporte de personas y mercancías para descongestionar el tráfico que sufren actualmente las urbes.