Asi es Sabrina González, 'la nueva Einstein' a la que la NASA le ha echado el ojo

De niña se imaginaba naves espaciales llevando a los humanos a planetas remotos y mundos desconocidos, y de adulta, aspira a ser quien pilote una de esas naves, preferiblemente una diseñada por ella, que permita a la gente visitar Marte. Con esa idea rondando su mente y desarrollándose sobre el papel, no es de extrañar que Jeff Bezos, dueño de Amazon e impulsor de Blue Origin, la compañía que pretende vender viajes comerciales al espacio, le haya echado el ojo a Sabrina González Pasterki, una joven cubano-estadounidense de 27 años que soporta con total naturalidad la etiqueta de "la nueva Einstein".

Su extraordinaria inteligencia fue pronto detectada y bien encauzada por sus padres, Mark y María, que tomaron una importante decisión cuando Sabrina era aún muy pequeña. Pronto se dieron cuenta de que su hija era infinitamente más lista que los demás niños de su edad, por lo que acudieron al Centro Regional Edison para personas con altas capacidades de la ciudad de Chicago (Estados Unidos), donde residían. Allí se desarrolló de acuerdo a su intelecto, y sus avances impresionaron incluso a sus profesores.

Su primer gran logro

Con nueve o diez años recibió su primera lección de vuelo, una sensación tan "maravillosa y agradable" que le llevó a presumir delante de un profesor. Su maestro miró a aquella niña y le dijo: "Está muy bien, ¿pero qué más has hecho últimamente?". Aquella frase, además de hacerle recapacitar sobre la conveniencia de perseguir constantemente nuevos retos, se convirtió en el Norte de su brújula. Así fue como Sabrina construyó su primer avión en octubre de 2007, con sólo 13 años y obtuvo la licencia para pilotarlo con 14.

Aquella nave le abrió las puertas del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde inicialmente la habían rechazado. Sabrina presume de sus orígenes, de ser la primera generación de una familia cubano-estadounidense, de haber crecido en los suburbios de Chicago y de haber estudiado en las escuelas públicas. Un vídeo sobre la construcción de aquel avión de un solo motor dejó boquiabierto al profesorado del MIT, que ya no dudó en concederle una plaza.

Furia de titanes por ver quién ficha a esta extraordinaria joven

Allí fue también donde Bezzos supo de sus primeros logros. Fue él quien la alentó a continuar su formación en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y le ofreció trabajar para él cuando ella lo deseara. En el MIT consiguió lo que ningún otro estudiante había logrado antes: acceder al programa ‘January Operational Internship’ de la NASA. Desde entonces también se le abrieron las puertas en la Agencia aeroespacial estadounidense. De momento, tanto Bezzos como la NASA la siguen esperando, mientras ella se centra en sus estudios.

Tras estudiar Física de partículas en la Universidad de Harvard, a su corta edad ya es profesora en Princeton, e investiga los mismos temas en los que trabajaron Albert Einstein y Stephen Hawking: los agujeros negros y la relación espacio-tiempo, entre otros. Gracias a su sorprendente trayectoria, ya cuenta hasta con su propia página en Wikipedia.

Una joven atípica

Sabrina, por supuesto, no es una chica normal de 27 años. No usa smartphone, no tiene ni una sola red social, y jura no haber bebido ni fumado en su vida. Ni siquiera toma cafeína. Su único vicio es el chocolate, y la única forma de contactar con ella es a través de su blog, Physicsgirl.com, donde habla sobre sus logros, los reportajes que le dedican y actualiza información sobre su tesis. El nombre de la web hace honor a su preocupación por el acceso a las niñas a la educación científica y técnica, cuestión en la que se ha volcado tanto que le han supuesto varios premios internacionales.

Jeff Bezos sigue esperando y la NASA también coquetea con ella. Sabrina, mientras, se centra en su doctorado y dedica el tiempo libre a volar y a montar en moto. "Todo físico debería aprender a llevar una: te proporciona una intuición física; como las avionetas". Su popularidad crece y cada día hay más gente que mira con curiosidad a la chica conocida como ‘la nueva Einstein’. Pero, como explicó en una entrevista con el ‘Tribune’, no teme a las expectativas. "Soy más dura conmigo misma de lo que pueda ser cualquiera. Siento que me queda mucho por hacer y espero tener razón sobre alguna sensación que tengo de algo que puede ser bastante grande en algún momento".

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