La primera confesión de Brad Pitt sobre su final con Angelina: ''tuve que reconocer mi culpa en el divorcio''

Brad Pitt y Angelina Jolie fueron durante años la pareja más mediática del planeta. Todas las alfombras rojas les demandaban, las marcas les llenaban de propuestas y la imagen tanto en lo profesional como en lo personal se reforzó como pareja y equipo. Y es que la marca ''brangelina'' se convirtió en todo un fenómeno.

Con su repentina separación y todas las informaciones que se generaron a su alrededor, los problemas crecieron para ambos. Ninguno lo pasó bien, Angelina se aferró a los suyos y perdió mucho peso. Brad Pitt por su parte tuvo que recurrir a ayuda de expertos.

Durante estos años separados, pocas o ninguna ha sido la ocasión en la que Brad Pitt ha hablado en primera persona sobre cómo se sintió en la separación y cuáles fueron los motivos reales de su divorcio. Ahora, el actor se arma de valor y habla sin censuras en el The New York Times.

Sobre la experiencia en terapia, Brad ha sido muy honesto: ''Tenía sentados alrededor a un montón de hombres abriéndose y siendo honestos de un modo que nunca había escuchado. Creo que se convirtió en un lugar seguro donde no se juzgaba a nadie''.

Algo que le ha ayudado ha superar la criris vital y emocional que pasó, ese fue el trabajo, que tantas alegrías le ha dado y sigue dando, hasta el punto que puede que este año sea nominado a los Óscar por 'Érase una vez Hollywood...'' de Tarantino.

Su imagen con la separación de Jolie se vio muy señalada y esto le costó superarlo. Especialmente, el aceptar que tenía problemas y que sus problemas con el alcohol los que precipitaron el fin de su relación. ''Tuve que reconocer mi culpa en el divorcio. Una ruptura en una familia es algo revelador que uno necesita comprender'', admitió con dolor.

Recordemos que la pareja de actores se casó en secreto en agosto de 2014 en Francia después de 10 años de noviazgo. En total, 12 años de relación y seis hijos en común, a la que pusieron punto y final en 2016 y todavía siguen con una batalla judicial por la custodia.