El motivo real por el que Irene Rosales ha puesto distancia con Isabel Pantoja: "Está molesta"

Ha sido Kiko Rivera el encargado de arrojar luz sobre este asunto y explicar por qué su mujer necesita tiempo para retomar la relación con su suegra
irene Rosales está esperando una llamada de Isabel Pantoja para iniciar su acercamiento
Cordon Press

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Desde que comenzara la relación entre Kiko Rivera e Irene Rosales, la relación de esta última con su suegra, Isabel Pantoja, había sido inmejorable. Hasta el punto de que en la familia siempre se le dio el lugar que se merecía la modelo cuando se conocieron esos problemas de adicciones del DJ en los que esta fue determinante para su superación. Y la tonadillera no tuvo reparos en reconocerlo a ojos de la opinión pública. Sin embargo, toda la guerra que se comenzó a fraguar en Cantora en ese maldito 2 de agosto de 2020, también ha traído como consecuencia un distanciamiento de la Pantoja y su nuera, que ha pasado unos momentos más que complicados al ver mal al su marido por culpa de ese conficto.

Este sábado, Kiko se sentó en el plató del 'Deluxe' y se sinceró como hacía tiempo que no hacía en esa entrevista que condujo María Pariño ante la ausencia de Jorge Javier Vázquez por motivos de salud. Allí, más allá de reconocer que era el único culpable de que no se hubiese despedido de su abuela, algo de lo que se arrepiente enormemente y por lo que llegó a decir que es "una mierda de tío", también entró a valorar cómo están las cosas entre su mujer y su madre. Porque si él advirtió que el panorama no era tan bueno como se había pintado en la prensa y todos creíamos -y que solo le había perdonado la parte económica-, también dejó muy claro que entre ellas las cosas no pasan por su mejor momento. Eso y que entiende perfectamente la postura de una Irene que está muy dolida por varios detalles.




Si bien es cierto que Rosales siempre ha empujado al padre de sus hijas a que se acercara a su madre, no menos lo es que está esperando que su teléfono suene y, al otro lado, se escuche la voz de Isabel. Algo que no ha sucedido y por lo que el proceso de reconciliación entre ambas va a necesitar un tiempo de maduración mayor. "Mi madre le debe una llamada a mi mujer para acercar posturas", era la primera advertencia que salía de la boda de un Rivera desatado en una noche en la que parecía una máquina de ofrecer titulares a la audiencia de Telecinco.

Pone a Irene en valor

"Iba a llevar yo a las niñas sin Irene, ella necesita más tiempo, es normal. Irene siempre ha querido lo mejor para todos pero está molesta... Entiendo que no quiera perdonar a mi madre", añadía sobre ese malestar que siente una mujer que ha tenido, incluso, que hacer de tripas corazón en ese plató de 'Viva la vida' en el que colaboraba y que abandonó de manera definitiva al no soportar más la presión que suponía tener que lidiar con este conflicto tarde sí y tarde también.




Además, Kiko aprovechaba para poner de manifiesto algo sobre lo que ya le habíamos escuchado hablar en numerosas ocasiones: el valor que tiene para él tener a Irene Rosales a su lado, a pesar de la cantidad de veces que los rumores de deslealtad por parte del artista han podido poner en jaque su matrimonio. "Es mi mayor apoyo y su consejo es siempre que hable con mi madre... Ella se fue de la tele por propia decisión, se estaba comiendo el marrón", sentenciaba con una rotundidad pocas veces vista en él.

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