María Teresa Campos, destrozada por la muerte de Jesús Mariñas: "Queda un vacío que no puede llenar..."

La presentadora no pudo contener sus sentimientos al ser preguntada por un reportero por la pérdida de uno de sus mejores amigos en la profesión
María Teresa Campos, rota de dolor tras la muerte de su gran amigo Jesús Mariñas, de quien no se pudo despedir
Telecinco

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A mediodía de este martes, 10 de mayo, se conocía la triste noticia de la muerte de uno de los nombres más importantes de la prensa del corazón de todos los tiempos. Jesús Mariñas, ingresado desde hace unas semanas y que a finales del pasado año revelaba que padecía un cáncer de vejiga, nos dejaba a los 79 años. Las redes sociales no tardaban en inundarse de reacciones de compañeros y amigos, destrozados ante la pérdida. Aunque, de entre todas esas palabras de dolor que hemos podido leer y escuchar en las últimas horas, nos quedamos con las de María Teresa Campos, una mujer que estaba muy unida a Jesús y en el que confío durante el tiempo que estuvo en pantalla '¡Qué tiempo tan feliz!'.




La presentadora era preguntada por un reportero de Gtres poco después de conocerse la información, y comenzaba de una manera muy rotunda: "Ha sido muy duro". Cabe recordar que, durante este tiempo en el que Mariñas permaneció ingresado, estuvo en contacto con él. Incluso, según reveló en su día 'La Razón', tenían pendiente una visita de él a casa de su amiga cuando los médicos consideraran que ya no tenía que permanecer más tiempo hospitalizado. "Me hubiera gustado ir a despedirme de él, pero quería irse sin ruidos, sin que hubiera nada. Me cuesta trabajo hablar", explicaba tratando no romperse ante el micrófono una María Teresa muy efectada.

"Cuando un amigo se va se queda un vacío que no puede llenar la llegada de otro. Ojalá nos encontremos algún día", terminaba Campos, quien, como decíamos, coincidía por última vez en un plató de televisión con Mariñas en 2017, cuando el magacine de fin de semana que ella conducía llegaba a su fin. Ya en ese momento, con él al lado, se manifestaba en estos términos: "Que no parezca esto una despedida porque estoy viendo hasta a Mariñas llorar y ya lo que me faltaba".

Un discreto último adiós

Varios medios recogían desde ayer por la tarde que él propio Jesús había pedido algo sencillo para su despedida. Nada de capilla ardiente ni de actos multitudinarios. Quería que su final fuese discreto y alejado de la pompa y el foco de esa prensa rosa que conocía como la palma de su mano, porque, de alguna manera, era reconocido como el creador de ese tipo de información tal cual se conoce ahora. Los restos mortales de Mariñas serán trasladados hasta su Coruña natal, donde descansará al lado de su madre. Será este mismo miércoles cuando se le incinere, en la estricta intimidad de sus familiares más cercanos -con Elio Valderrama a la cabeza, quien se va a encargar de que se cumplan, de manera estricta y al pie de la letra, las últimas indicaciones que le dejó en vida-, en el tanatorio para llevarlo hasta su descanso eterno.



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