Lucía Rivera se sincera al hablar sobre su ansiedad y depresión: "Extremadamente difícil"
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"Las enfermedades mentales no están tratadas con la importancia que tienen, empiezan a estarlo, pero aún queda mucho y deberíamos educar a los niños para que, cuando lleguen estas cosas, no les abrume tanto como me ocurrió a mí". Lucía Rivera no podía decirlo más alto ni más claro. Las palabras de la modelo sobre la salud mental, recogidas por la revista '¡HOLA!' en el evento 'Brave Together' ("Valientes juntos") del pasado jueves, 5 de mayo, en Madrid merece la pena leerlas y aquí, en CADENA 100, te contamos todos los detalles.
Tal como ha relatado, Lucía Rivera acude a terapia y ahora se encuentra bien. Sin embargo, el camino que ha tenido que recorrer ha sido muy complicado y todavía queda mucho por andar. No hay que bajar la guardia y, como misma ha reconocido, "yo estoy bien, estoy mejor. Hoy te digo que estoy bien y a lo mejor mañana no salgo de mi casa". Porque las enfermedades mentales, como son la ansiedad y la depresión, tienen un montón de altibajos. No es un recorrido en línea recta, sino que tiene sus luces y sus sombras. Un día crees haber avanzado y al día siguiente das un pasito atrás. Por ello, lo más importante es hablar de esto. Un tema que, hasta hace poco, era invisible y quienes lo sufrían ni siquiera tenían referentes en los que apoyarse. Ahora por suerte, las cosas han cambiado bastante.
Lucía Rivera alza su voz por la salud mental
"Dar visibilidad a todas estas cosas que fueron tabú durante mucho tiempo y que ahora todos estemos levantando la voz, me parece que es importantísimo y que es lo que hay que hacer", añadía la modelo. Nada como mirar de cara a los problemas de salud mental y enfrentarse a ellos con la naturalidad que merecen. No hay que olvidar que son muchas las personas de todo el mundo las que han pasado y están pasando por esto, y las que lo padecerán en algún momento de su vida.
También reconocía que le costó detectar que padecía ansiedad: "Siempre la había tenido, pero nunca había sabido detectarla. Hasta que un día me dio un brote muy fuerte, tenía miedo por la calle y me pasaron 'X' cosas". Esa fue la señal que su propio cuerpo le dio, al exteriorizarse lo que estaba sintiendo por dentro. Porque como se suele decir: lo mental y lo físico van conectados. Para ella, todo se convirtió en "extremadamente difícil". Algo tan normal, como salir de su casa, se volvió un mundo.
Por otro lado, su autoexigencia le ha llevado también ahí. El hecho de darle demasiadas vueltas a todo lo que dice y hace. Eso sí, el apoyo incondicional de su familia y de todas las personas que más la quieren, le ha ayudado mucho. Ahora que el amor también le sonríe, a sus 23 años, lo cierto es que ha dicho "que está bien, pero lo estaba antes de tener pareja". Muy cuidadosa y prudente al hablar de su círculo privado, añadía que "nunca entro en ello" y "que lo suba a redes es algo mío". Ante todo, lo importante es que está feliz. ¡Nos alegramos por ella!
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