Julia Janeiro da un paso al frente al romper su silencio delante de las cámaras
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Nuevo giro en la estrategia en redes sociales de Julia Janeiro. Desde que el último enfrentamiento entre su madre, María José Campanario, y Belén Esteban estallase a principios de año y con su mayoría de edad a la vuelta de la esquina, el interés mediático por la mayor de los hijos de la odontóloga y Jesulín de Ubrique, se disparó. El número de seguidores en su Instagram, que crecía de manera exponencial, así lo hacía indicar. Y durante todo este tiempo, ha jugado con la privacidad de esa red social, poniendo el perfil privado o abriéndolo a su antojo. Ahora, ha vuelto a permitir el acceso al público general.
Pero Julia no deja nada al azar... ¿A qué se debe este último giro? Pues a que, a pesar de la insistencia en que sus planes pasaban por estudiar y pasar olímpicamente de todo lo que tuviera que ver con explotar su imagen, acaba de debutar como 'influencer'. O lo que es lo mismo: después de que haya imperado la ley del silencio en ella desde que la prensa comenzara a seguir sus pasos una vez cumplió los 18 años, por fin se ha podido escuchar a Julia. Porque hay que recordar que ni siquiera quiso explotar la vía de la exclusiva y fueron sus padres quienes se prestaron a manifestarse en la portada de '¡HOLA!' cuando la joven celebró su cumpleaños.
Lo que compartía era un vídeo corto en el que se prestaba a hacer promoción de unas gafas de sol. Con gran soltura ante la cámara, dejaba patente que está dispuesta a sacar provecho económico al 'boom' que ha experimentado por ser hija de quien es. Puestos a tener que lidiar con los medios y con la presión, ¿qué menos que sacarse un dinero con el que, quizás, pagar esos estudios de los que tanto han hablado sus padres?
Además de esa pequeña grabación en sus 'stories', Janeiro compartía dos 'post' fijos en los que recordaba que, con su código de descuento, quien quisiera un complemento como este que ya luce en sus publicaciones, podría ahorrarse un 10% y estrenar gafas nuevas este verano.
Lo que nos hemos perdido
Lo cierto es que, desde que decidió poner el candado a su privacidad en Instagram hasta este momento, la dinámica en su tablón ha sido la misma que seguía cuando se mostraba sin esconderse en esa red social en la que ya aglutina 180.000 'followers'. Posados, la inmensa mayoría de ellos con un marcado matiz de postureo, en los que la moda es el trasfondo fundamental. Un terreno que le llama sobremanera la atención y en que no sería de extrañar que se involucrara de una manera más profunda en los próximos meses.
Junto a todas sus fotos, las palabras y descripciones de las mismas son escuetas. Casi a modo de telegramas, para que sus seguidores se centren en el lenguaje no verbal que se desprende de unas instantáneas con las que, ahora, pretende hacer carrera en las redes sociales. Tal y como ya adviertieron desde su entorno y desde el de su pareja, el futbolista Brayan Mejía...
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