Las dificultades a las que Meghan Markle y el príncipe Harry se enfrentan en su nueva vida

Si pensaban que conseguir el beneplácito de Isabel II para desligarse de la Casa Real había sido lo más difícil, estaban muy equivocados. El príncipe Harry y Meghan Markle acaban de estrenar su nueva vida lejos de la Familia Real, y no podrían haber elegido un sitio mejor que California.

Tras terminar con sus deberes nomárquicos y publicar un emotivo mensaje de despedida en su perfil de Instagram, los duques de Sussex han cerrado la oficina en la que gestionaban todo el trabajo: comunicaciones con las organizaciones, reuniones, etc. “Fuera de la oficina” es el mensaje que automáticamente se devuelve tras intentar contactar con ellos a través de un email, y va acompañado de un: “Muchas gracias por su correo electrónico. La oficina del duque y la duquesa de Sussex ha cerrado”.

Ahora, desde su nueva residencia en Los Ángeles, ciudad natal de Meghan, y en la que vive su madre, Doria Ragland, los duques de Sussex están ocupados preparando en lanzamiento de su nueva organización benéfica. Además, el último trabajo de Meghan, el documental Elephant, de Disney Plus, se estrena justo hoy, y todo el mundo está ansioso por verlo. La Duquesa ha sido la encargada de poner la voz en off a este documental, cuyos beneficios recaudados irán destinados a Elephants Without Borders, una entidad que lucha por la preservación de la vida salvaje, una de las causas que abanderan los Sussex.

El problema de Harry: la nacionalidad

Sin embargo, los Sussex se enfrentan a un problema mucho mayor que el de independizarse de la corona británica: ¿a qué se dedicará Harry? Está claro que, dada su popularidad, no le será difícil encontrar un trabajo, a pesar de que su currículum se limita al pilotaje y a la diplomacia. Pero, a efectos legales, el príncipe no podrá desempeñar un trabajo como tal en Estados Unidos, ya que no tiene la nacionalidad. Sí que pudo trabajar en Canadá durante los meses que se han hospedado allí, pero esto fue gracias a que, al pertenecer a la Commonwealth, las leyes eran completamente distintas.

Para poder adaptarse por completo a su nueva vida, y conseguir un trabajo estable en su nuevo país de residencia, el nieto de Isabel II tiene que atravesar complicados trámites para poder conseguir una visa permanente que le permita trabajar y residir allí. Es decir, que Harry tendrá que conseguir la famosa Green Card, pues la visa de turista no tiene validez a la hora de emprender futuros negocios. ¿Lo peor? Que dicho pase no es nada fácil de conseguir. Así que necesitará que un estadounidense o una empresa norteamericana lo solicite a la Oficina de Inmigración. Será Meghan quien tenga que ayudarlo, aunque tardará algunos meses en poder obtenerla.

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