El gesto de Aitana con una de las personas más importantes de la vida de Tamara Gorro que jamás olvidará

Hace dos semanas, Tamara Gorro vivía uno de los peores días de su vida. Desde hace tiempo, nos había hecho testigos de la lucha contra el cáncer de esa niña a la que llamaba "mi princesa" y que no era sino la hija de un matrimonio amigo suyo. La pequeña, finalmente, no superaba la última arremetida de la enfermedad y nos dejaba el pasado 28 de julio. Ella misma se ha encargado de recordarlo con una publicación en su Instagram en la que alude a ese tiempo que lleva sin ella. Es lo único que se puede leer junto a una imagen en la que aparece abrazando a la menor, con esta de espaldas para continuar preservando su intimidad como ha hecho durante todo este tiempo.

Tamara se volcó hasta el punto de estar al lado de los padres de la pequeña en los momentos más complicados del tratamiento, pero también utilizando esa fuerza mediática y social que tiene para conseguir cumplir uno de los grandes deseos de su princesa: que Aitana se pusiera en contacto con ella para darle un soplo de ilusión en medio de la amargura de ese proceso por el que tuvo que pasar. "Ella, la gran Aitana, no dudó en enviarla un mensaje de lo más cariñoso del mundo. Cumplió uno de sus últimos deseos. Estaré eternamente agradecida y a vosotros por la gran ayuda", eran esas palabras con las que reconocía el lado más solidario de una de las grandes estrellas de la música urbana nacional del momento.

El mensaje de la despedida

Como apuntábamos, era el pasado 29 de julio cuando la 'influencer' daba la luctuosa noticia en su perfil de Instagram. "Mi princesa… Mi niña de la eterna sonrisa… Toda una vida juntas, pero cinco años inseparables. Una balanza donde existió el sufrimiento, pero sin duda ganó la fuerza, la energía, las ganas y el amor… Te has ido mi vida, te has ido para siempre. Pero enseñando al mundo que no se puede dejar de luchar, y siempre hacerlo con una sonrisa. Eres un ejemplo de admiración. Mi princesa, no sabes el vacío que me dejas, no te imaginas cuanto me has ayudado, enseñado y motivado. Hasta nuestra despedida ha sido especial y única", era el comienzo de ese desgarrador texto con el que nos tocaba lo más hondo del corazón.

"La tristeza me invade y tengo el corazón roto, yo no quería este final y sé que tú tampoco, quedaban muchas cosas por hacer juntas. Pero te juro que las haré, te lo he prometido y así será", continuaba, rota de dolor, esa Tamara que concluía esta especie de desahogo público: "Vuela alto cariño. Allá donde vayas seguirás brillando, porque eres luz. Te voy a tener presente cada día de mi vida. Lo siento en el alma por no haber podido hacer más para ayudarte y curarte, lo siento. TE AMO Y JAMÁS TE OLVIDARÉ. Tu tía Tamara".