El drástico cambio de guion en la vida de María Sánchez y Hugo Pierna ('GH'): "La prueba de fuego"
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Han pasado casi diez años desde que el amor les sorprendiera dentro de las cuatro paredes de la casa de Guadalix de la Sierra y siguen juntos. María Sánchez y Hugo Pierna son de los pocos concursantes de 'Gran Hermano' -en su caso, la edición 12+1- que han sido capaces de hacer frente a las tempestades de la vida y mantener la relación en pie. Ni siquiera ahora, que parecen azotar los vientos de la mala suerte en los negocios, van a dejar que el pesimismo se instale entre ellos. CADENA 100 recoge las declaraciones que ella ha realizado en Outdoor, la web de Telecinco especializada en la vida de los famosos nacidos en el universo Mediaset. Porque esta explica con mucha claridad que, a pesar de tener que cerrar su tienda, seguirá no solo con la firma de moda, Marhaya Guerrero.
La jerezana comienza sembrando la duda de cómo se le presenta el panorama de ahora en adelante: "No sé qué va a pasar con mi vida ahora mismo, no sé qué pasará en un futuro". Y si en el terreno del trabajo no parece tener las cosas claras, sí que lo tiene en el sentimental. Porque, para ella, Hugo sigue siendo esa otra mitad que le complementa a las mil maravillas. Porque, en esa sesión de fotos para el mencionado medio y tal y como estos especifican, María le susurra al oído un "me gusta todo de ti" que habla no solo de una de las canciones del momento, sino también de cuánto de fuertes son los sentimientos entre ellos.
Un llamamiento para vestirse de blanco
Sin dar muchos detalles, Sánchez deja caer que habrá sorpresas de futuro no tardando. Uno en el que Hugo, ese chico que dejó el norte para irse a Jerez con el amor de su vida, tiene un papel fundamental. Y eso que han tenido momentos complicados, como toda pareja, tal y como ella misma lo revela: "No siempre ha sido todo de color de rosa. Tenemos nuestros más y nuestros menos". Sin embargo, ella tiene en mente algo: que la lleve al altar. Ser capaces de sellar esa década de noviazgo en una boda. Y le lanza un cebo a su chico: "Yo en vez de estar casada voy a estar cansada". Una metáfora de lo que está tardando en pedírselo que provoca que él entre al trapo, con ese gracejo del sur que no es más que la demostración de lo bien adaptado que está a esa tierra que le ha cogido en adopción: "La boda ya está más cerca que del 2012".
Ella insiste en que "no veo el momento", en que "le pido todos los días a Hugo que se case conmigo" y, es más, asegura que, a este paso, va a ser madre antes de verse vestida de blanco. O quizás, su participación en otro formato televisivo. Porque, ojo, es la propia María la que manda un mensaje a navegantes, por si hay algún ojo u oído de Mediaset atento: "Participar en ‘La isla de las tentaciones’ sería la prueba de fuego para casarnos". Igual la solución pasa por ahí, por conseguir que les lleven a ese formato y, a partir de ese momento, ir dando pasos al frente.
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