El dramático pasado de la actriz Michelle Williams y su prometedor futuro tras ganar su segundo Globo de Oro

El camino de la actriz Michelle Williams hasta ganar su segundo Globo de Oro no ha sido fácil. La intérprete ha estado nominada en numerosas ocasiones a estos premios, y fue en 2011 cuando consiguió el primero a mejor actriz de comedia o musical por ‘Mi semana con Marilyn’ y ahora ha vuelto a llevárselo en la categoría de serie limitada o película para televisión en ‘Fosse/Verdon’. Su vida ha cambiado por completo en los últimos años y, ahora que está embarazada de su segundo hijo, ha pronunciado un discurso que ha sido muy aplaudido por sus compañeras de profesión.

La actriz ha acudido a recoger su galardón junto a su actual pareja y padre de su futuro hijo, el director de la serie en la que participa Thomas Kail. Es la primera vez que se dejan ver juntos después de que saltara hace unas semanas la noticia de que iban a convertirse en padres, y se han mostrado en una actitud cómplice, posando frente a las cámaras dados de la mano y con una sonrisa de oreja a oreja.

La vida le sonríe pero hace casi 11 años su vida dio un cambio de 180 grados cuando el padre de su primera hija Matilda, el actor Heath Ledger, falleció de manera repentina. Ahora la pequeña ya tiene 14 años y pronto dará la bienvenida a un nuevo hermanito que será su perfecto compañero de vida. Seguramente por este motivo Michelle haya querido reivindicar el poder de decisión de las mujeres en la sociedad, unas palabras que han sido muy aplaudidas por sus compañeros y por el público en general.

“Estoy agradecida por el reconocimiento de las decisiones que he tomado y también por vivir en un momento en nuestra sociedad donde existe la libertad de elección”, ha comenzado diciendo. Además, ha querido dejar claro que siempre ha “intentado hacer lo mejor para tener una vida propia, no solo una serie de eventos que se suceden”. Por último, ha puntualizado que no habría sido capaz de conseguirlo sin que existiera el derecho de las mujeres a elegir. “A elegir cuándo tener a mis hijos y con quién tenerlos cuando me he sentido apoyada y capaz de encontrar el equilibro. Sabiendo, como todas las madres saben, que la balanza siempre debe inclinarse, y se inclinará, hacia nuestros hijos”, ha concluido.