El desagradable episodio que vivió Aitana en su adolescencia: “Sufrí un poco de bullying”

Aitana continúa imparable en su carrera musical, más aún ahora que ha iniciado una nueva etapa a la que ha llamado ‘Alpha’. Un nombre que ha escogido para el que será su próximo álbum, además de su gira que ya tiene algunas fechas confirmadas. Con 6 años de carrera musical a sus espaldas, la artista puede presumir de haber conseguido todos sus logros muy poco a poco tras su salida de ‘Operación Triunfo’ en el año 2017, siguiendo siempre su propio camino y cada vez con más seguidores a lo largo de todo el mundo.

Pero no siempre su vida ha sido un camino de rosas y así nos lo ha hecho saber en una de sus últimas entrevistas, en la que ha confesado que sufrió bullying cuando era adolescente. Unos episodios algo desagradables que ha confesado ahora y que hasta el momento desconocíamos por completo. Lo ha hecho en el pódcast Nude Project para explicar cómo le ha cambiado la vida y su manera de afrontar las críticas negativas, dejando claro que ya no le afectan en absoluto y que no puede gustar a todo el mundo por igual.

Aitana confiesa que sufrió bullying

Aunque ha dejado claro que en su infancia fue muy feliz, lo cierto es que Aitana se enfrentó a situaciones algo complicadas que ahora ha querido hacer públicas. "Creo que todo empezó cuando me cambié con 12 años de instituto. Todas mis amigas de primaria se iban a un instituto y yo me fui a otro porque cambié de pueblo", ha confesado. "Yo venía como de ser una persona muy segura con mis amigas del colegio, un poco mandona, y claro, de repente fue un golpe darme cuenta de que tenía que abrirme en un grupo de amigas completamente nuevo y que de alguna forma les tenía que gustar porque si no yo no iba a tener amigas", ha añadido.

Aunque eso no fue lo más desagradable para ella sino lo que vivió en sus clases de música, a las que no quería asistir por lo que allí vivía. "Sufrí un poco como de bullying. Me pegaban chicles en el pelo”, ha recordado, dejando claro que nunca antes se había atrevido a contar esto. Y no solo eran los chicles sino que también difundían el hecho de que tenía piojos para que la gente no se acercara tanto a ella. "De repente, mi madre me lavaba el pelo y me decía: 'Aitana, tienes un chicle en el pelo'. Y yo decía: ‘ah, no sé, me lo habré pegado yo’”, ha expresado, dejando claro que esto que vivió ella “es mínimo en comparación a lo que viven otros niños” y que, aunque ella no tiene hijos, sí tiene primos pequeños con los que habla sobre este tipo de cosas y se da cuenta que la educación empieza en casa y son temas que se deberían abordar para cortarlos de raíz porque cada vez van a peor.