El dardo de Tamara Gorro a las marcas que la han rechazado usando como excusa que no "es su perfil"
Redactor
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Tamara Gorro y Ezequiel Garay están atravesando una bonita época junto a su familia. De hecho, estos días están disfrutando, al lado de sus hijos, de unas vacaciones en Ibiza junto a unos amigos. La pareja se está afanando en mostrar, con cada publicación, el amor que les rodea y lo bien que se lo pasan en estas fechas. Tamara nunca ha dejado de mostrarse con gran naturalidad y, si hay algo que se le reconozca, es su forma honesta de contar las cosas. Una mujer sin filtros que ha acudido, una vez más, a su cuenta de Instagram para compartir una de las conversaciones que ha mantenido hoy con sus acompañantes de viaje. Una charla de la que extrae unas conclusiones muy claras y que le han servido para manzar un dardo a algunas marcas que han deshechado contar con ella como imagen.
“Acabamos de debatir sobre un tema y quiero compartirlo con vosotros porque es que me enerva… Imaginaos, estáis en la playa o en la piscina y veis a una famosa en una revista y dices: ‘mira qué elegante, qué cara, qué cuerpo, qué ropa, qué pelo’ y luego te ves tu con estos ‘pelanganos’ y estos ‘granazos’ y dices ‘¿pero bueno, y yo dónde quedo?’. Con la misma elegancia", ha respondido Tamara.
Durante su reflexión, dejó claro que: “Evidentemente te tienes que ver guapa porque te apetece verte guapa, por eso cuando salimos nos maquillamos, nos vestimos… porque nos vemos monas. Pero eso no quiere decir que seas menos elegante. La perfección no está ni en la ropa, ni en la cara, ni en el pelo, ni en nada. La elegancia va en lo que uno ofrece, en lo que uno entrega y lo que uno transmite”, ha añadido la modelo. Tamara también explicó que en algunas ocasiones ha rechazado trabajos por los ideales que reflejan: “Ha habido alguna marca e incluso alguna persona que ha llegado a decir: ‘no es que Tamara no es de nuestro perfil’. Y yo preguntaba: ‘¿y cuál es su perfil?’. Claro, la persona que no se mete en jaleos, la persona que no dice lo que piensa, la persona que siempre está perfecta y que no muestra la realidad, la persona que no empatiza… yo no quiero trabajar con ese tipo de personas, pero ni ahora ni hace 20 años”, contó mientras señalaba unos pocos granitos que le han salido en la cara.
“Qué superficial es todo… y lo superficial es visión. Lo que importa es lo de dentro, lo que transmite una persona, lo que empatiza. No os dejéis guiar por lo que veáis, sino por lo que os transmitan esas personas”, concluyó.
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