La confesión más sincera de Chenoa después de romper su matrimonio: "No me permito sufrir del todo"
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Cuando creíamos que Chenoa había encontrado a su media naranja, a ese amor para toda la vida... se separaba. Año y medio les duraba a ella y Miguel Sánchez Encinas el matrimonio. Desde que se supiera que todo había terminado, las teorías que se han escrito alrededor de la expareja han sido muchas. Incluso, se ha informado, en más de una ocasión, que él estaría buscando una segunda oportunidad, pero que a la cantante no le parecía una buena idea y que se había cerrado en banda. Ahora, lo que conocemos son esos sentimientos que recorren el cuerpo de una mujer que, como apuntó en el último programa de 'El Desafío', llora mucho menos de lo que debería. Que reprime unas emociones que podrían hacerla ver como vulnerable.
Ha sido en una entrevista con 'El País' donde ha profundizado en ese sentir al que no nos tiene acostumbrados. ¿Cómo se encuentra dos meses después de que la noticia nos sacudiera? La respuesta de la artista ha sido más que clarificadora: "Tengo muchas herramientas después de haber pasado por tantos baches en la vida". Efectivamente, son varias las rupturas mediáticas que se le conocen a Laura, empezando por aquella con David Bisbal -a quien conoció dentro de la Academia de 'Operación Triunfo'-. Quizás el punto y final más sonado, pero, como decimos, no el único. Y, por eso, ha sabido dosificar lo que expone y lo que no ante los ojos de la opinión pública.
"Yo dosifico mucho mi dolor, no me permito sufrir del todo. ¿Me vendría bien llorar? Sí, pero con el tiempo las cosas te duelen menos porque ya te han pasado antes", se comfiesa la cantante, quien, a lo largo de toda esta charla con el periodista, evita dar el nombre del médico con el que se casó después de verse en la obligación de posponer la ceremonia como consecuencia de la pandemia. Reconoce que no se ha permitido ser "autocompasiva", y que ha tirado hacia adelante a pesar de que haya podido sentirse más floja en algunos tramos de estos meses que han pasado desde que el foco mediático se posara sobre su cabeza.
"Siento ansiedad sobre todo cuando no logro controlar a mi juez interno y me meto mucha caña. Pero mi psicóloga me ayuda y me aconseja", se lanza a explicar, dando esa pincelada de que, como tantos otros compañeros de profesión, ha requerido acudir a un profesional que le eche una mano a la hora de encajar los golpes o de medir lo dura que es con ella misma ante ciertas circunstancias de la vida como pudiera ser, justamente, este punto y final emocional.
Digna presentadora de 'OT'
Chenoa iniciaba, en la recta final del pasado año, su andadura como presentadora de 'OT'. Cerraba, como ella misma indicaba en el 'speach' inicial, un círculo tras formar parte del 'casting' de aquella primera hornada de concursantes de un espacio televisivo que nos ha descubierto decenas de talentos musicales. Chenoa aparecía, vestida con un traje blanco para contrastar con el fondo negro que tenía a sus espaldas y con un 89 bordado en el pecho en un claro guiño al número que le asignaron en aquel 'casting' con el que comenzó la aventura más emocionante de su vida. "Vuelve 'Operación Triunfo'. Hace 22 años, pisé este mismo escenario que me cambió la vida, Por eso 'OT' fue y es mi familia, fue y es mi casa y vosotros sois mi gente", comenzaba diciendo mirando a cámara y con una cara de ilusión difícilmente descriptible con palabras.
"Porque 'Operación Triunfo' vuelve como siempre, pero como nunca. Volvemos renovados, pero con la misma fórmula: cariño por la música, pasión por las clases, amor por el talento. Porque el mundo, al fin y al cabo, ha cambiado, la música ha evolucionado mucho, pero llega una nueva generación con muchísimas ganas de cumplir sus sueños. Se abre una nueva etapa y se cierra un círculo para mí. Así que, antes de empezar, os voy a pedir un deseo y necesito vuestra ayuda. ¿Me podéis ayudar?", continuaba.
¿Qué era lo que necesitaba? Que tras una cuenta atrás de tres, los presentes en el público gritaran: 'Chenoa, cruza la pasarela'. En ese momento, se hacía la luz, sonaba la sintonía que todos tenemos grabada a fuego en la cabeza y pasaba al otro lado para ponerse a los mandos de 'OT' en el inicio más imbólico que se le recuerde a ninguna edición de este espacio.
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