De 'chico Almodóvar' a dependiente de Ikea: los sueños rotos de un célebre actor español

Pese a pertenecer a una saga de famosos intérpretes, el joven no ha conseguido ganarse la vida en el mundo del celuloide
De 'chico Almodóvar' a dependiente de Ikea: los sueños rotos de un célebre actor español

 

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La profesión de actor es, sin duda, una de las más duras del mundo. Muchos son los intérpretes que aspiran a ganarse la vida delante de una cámara o sobre un escenario, pero muy pocos lo consiguen. Muchas grandes estrellas han conocido los duros reveses de esta profesión, los altibajos y la pérdida de estatus. La mayoría de ellos nunca llega a probar las mieles del éxito.

Un actor español, que llegó a trabajar con Pedro Almodóvar en una de sus cintas más premiadas, lo sabe perfectamente. El diario "El Mundo" ha publicado este sábado que el intérprete Liberto Robal trabaja en la tienda Ikea de Goya como un trabajador más de la empresa sueca. "Vestido con el uniforme de la compañía sueca, Liberto atiende con profesionalidad a los clientes y está muy pendiente de los pedidos. No se le caen los anillos. Hay que arrimar el hombro. Se lleva muy bien con sus compañeros de trabajo y nunca ha alardeando de ser 'nieto de', 'sobrino de' o 'hijo de'", asegura el rotativo.

Liberto Rabal tuvo un inicio de carrera muy exitoso. El nieto del famoso actor Paco Rabal salió fugazmente en la cinta "Los santos inocentes", y dos años después en la película "El hermano bastardo de Dios", dirigida por su padre. Su primera gran oportunidad llegó con "Tranvía a la Malvarrosa", la adaptación de la novela de Manuel Vicent escrita por José Luis García Sánchez junto a Rafael Azcona. Gracias a este papel, Liberto Rabal fue nominado al Goya a mejor actor revelación. Lo perdió ante Fele Martínez, que fue el más votado por la Academia por "Tesis". En 1997 se convirtió en 'chico Almodóvar' para hacer "Carne Trémula", en un papel que estaba escrito por Jorge Sanz. La película se ha convertido en una de las cintas más alabadas por los fans del director manchego, aunque la crítica se dividió ante la propuesta y Liberto Rabal recibió el 'anti-Goya' al peor actor por este papel. 

A partir de ahí encandenó discretos papeles en series de televisión hasta que en un programa de cotilleos reconoció que estaba en la quiebra y que se había quedado sin casa y con un par de euros en el bolsillo al día para mantener a su familia.,Ahora, tiene una productora independiente con su mujer, la actriz búlgara Adriana Davidova, y preparan diferentes películas para su exhibición. Rabal no pierde el sueño de dedicarse al mundo de la interpretación pero no por ello ha dejado de seguir una vida aparentemente normal como vendedor en Ikea. 

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