Así es Luisi, la 'culpable' del éxito empresarial y personal de Karlos Arguiñano
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Si por algo es conocido Karlos Arguiñano es por sus dotes como uno de los cocineros más conocidos de la televisión. Desde que tenemos uso de razón, probablemente, haya sido nuestro mayor acompañante a la hora del aperitivo y, seguramente, sus recetas hayan pasado a la historia o redescubierto a algun 'chef'. Sin embargo, siempre se ha abstenido a hablar de su vida más íntima, aunque no por ello, deja de elogiar a sus seres queridois más cercanos, como su esposa Luisi, Luisi no ha atravesado por un buen momento tras la pandemia. Como muchas personas en el mundo, el miedo les acechaba e incluso, muchas personas, siguen sin salir de casa por miedo a contagiarse. "Se nos está haciendo muy largo, esta historia está siendo dura de verdad. Luisi, mi mujer, no sale de casa por la pena. Me dice ‘tú sales mucho'", desveló el 'chef' en la revista 'Semana'.
No obstante, no cabe duda que Karlos ha sido uno de sus pilares más importantes, además de sus hijos, durante todo este tiempo. Y no solo ahora, pues son uno de los matrimonios más consolidados y estables en el mundo mediático. En 1974 se dieron el 'sí, quiero' y, desde entonces, nunca se han seapado. De este matrimonio han nacido 7 hijos, todo un equipo de fútbol, o mejor dicho, los mejores 'pinches' para Arguiñano.
Sin embargo, la vida de Luisi, que nació en Gipúzcoa,no ha sido para nada fácil. Con tan solo 9 años, ayudaba a su madre a repartir pescado. "Mi madre tenía una pescadería y rompió aguas allí mismo, fue a la calle Santa Marina y me parió allí. Cuando mis amigas se iban de vacaciones era cuando más trabajo tenía. Los domingos se abría la pescadería. Cualquier día de fiesta mientras las amigas disfrutaban yo tenía que trabajar y lloraba mucho", desveló Luisi para 'El diario vasco'.
Es por ello que, todo este golpe de suerte en la vida de la empresaria, es más que merecido por su esfuerzo y formación ya que, cuando era tan solo una niña, cogió sus maletas y se fue hasta París, un país que, además de inculcarle otro idioma, le dio muchas experiencias en su vida. "Yo siempre he sido muy echada para adelante y nos arriesgamos. Trabajamos varios años muy duro y lo sacamos adelante. Eran los ochenta, vivíamos encima del restaurante… Eran momentos difíciles, debíamos mucho dinero, pero yo siempre he dado la cara", comentó en el medio anteriormente mencionado.
Esta lucha vital y esta impecable educación ha hecho que, sus mayores testoros, sus hijos, hablen maravillas de ella. "La verdad es que nuestra madre ha sido el alma mater de toda la empresa desde el principio. Es ‘la jefa’, la que sostuvo toda la gestión cuando mi padre se fue a Argentina o cuando debía dedicarse casi de lleno a la producción de sus micros en televisión", relataron sus hijos.
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