Mónica Carrillo recuerda a su abuela fallecida y nos da un sabio consejo: "Son un regalo"

Esta pandemia mundial ha hecho que muchos nos replanteemos el tiempo que pasamos con nuestros seres queridos. Lo que disfrutamos de nuestros amigos y familiares. Y es que esta pandemia nos ha quitado la libertad pero nos ha regalado el tiempo. Eso, y que esta pandemia se está llevando a las personas más luchadoras y trabajadoras: nuestros mayores, nuestros abuelos. Ahora más que nunca nos acordamos de ellos y de sus valores.

Y Mónica Carrillo se ha acordado de su abuela fallecida. En un día muy especial, su cumpleaños. Junto a una fotografía en blanco y negro, aparecen ambas abrazadas días antes de perder la vida, esta escribe unas bonitas palabras. “Isabel nació el 10 de mayo de 1920 en un pequeño municipio de Murcia. Cuentan los viejos que el día que llegó la luz salieron los paisanos a recibirla con capazos de esparto pero no la vieron pasar de lo ligera que atravesó el pueblo”, escribía la periodista.

La emotiva felicitación de Mónica Carrillo

Mónica Carrillo también ha recordado lo vivido por lsabel: “Aprendió a leer, escribir y también a hacer cuentas sin usar los dedos. Nunca supo conducir, ni subió en un avión, ni viajó al extranjero”. Además de hablar de las adversidades que tuvo que superar: “Su vida fue sencilla pero no fácil. Se amoldó a lo que vino, que fue duro en algunos momentos. Una posguerra, enfermedades crueles, pérdidas irreparables. La vida le enseñó los dientes y ella también. Casi siempre sonriendo”.

Una actitud ante la vida que le sirve de ejemplo y más en estos tiempos: “A Isabel la vida la atropelló en varias ocasiones pero nunca se rindió a pesar de que en algún momento pensase que tiraría la toalla. Siempre estuvieron presentes el sentido del humor y su familia: su marido, sus hijos, nietos y bisnietos. También, el sol y la playa, su Mar Menor. Las coplas cantadas abonico, los besos sonoros y los abrazos chillaos”.

El mensaje de Mónica Carrillo

Pero la vida de la abuela de Mónica Carrillo se truncó: “Isabel se fue el 19 de enero de 2004 (la foto es de unos días antes) pero sus valores, su comprensión y su nobleza permanecen. Hoy hubiera cumplido 100 años. Feliz cumpleaños, abuela”. Pero con esta felicitación, la también escritora quería mandar un mensaje: “Disfrutad de vuestros mayores. Son un regalo con el que siempre te arrepientes de no haber jugado más”.

Y es que esta pandemia nos ha hecho darnos cuentos de lo valioso y necesario que es pasar tiempo con los nuestros.

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