Almudena Navalón revela cómo Elena Huelva le cambió la vida: “Una verdadera catarsis en mí”

La mujer de Manuel Carrasco ha sido la encargada de escribir el epílogo del libro de Emi, la hermana de Elena Huelva
El aprendizaje que Elena Huelva dejó en Almudena Navalón
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Redactora CADENA 100

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‘Mis ganas ganan’ fue el lema de vida que nos enseñó Elena Huelva. Hace un año ya que falleció y ha dejado un gran vacío alrededor de sus amigos y familiares, pero también un legado por el que continúan luchando. Especialmente su hermana Emi, que ha continuado su historia con un nuevo libro llamado ‘Todo lo que ganamos. ¿Y si después es nunca?’ en el que ha contado su historia de hermanas, contando con la colaboración de Almudena Navalón, a la que está muy unida, y ha sido la encargada de redactar el epílogo.

La mujer de Manuel Carrasco comparte grandes ratos de charla y planes con Emi, de ahí que haya querido tener este bonito gesto en su libro. Y sus palabras nos han emocionado a todos, ya que en ellas queda perfectamente plasmada la huella que dejó Elena y su incansable lucha contra el cáncer. “Bajo la perspectiva del soñador, en la vida siempre se gana, aunque no sea con todo a lo que parece que tenemos que aspirar. Es una trampa. Con respirar ganamos. Con reír, con el tacto, también ganamos”, comienza su texto.

El aprendizaje que Elena Huelva dejó en Almudena Navalón

Todo lo que me enseñó Elena bajo su lema es lo que ya se ha convertido en una lección de vida. Con su eterna sonrisa, a ella solo le importaba vivir. Pienso que llegó a este mundo con un propósito que cumplió con creces”, expresa Almudena Navalón en el epílogo del libro que ha escrito Emi Huelva, que para ella significa un “recordatorio vital: no dejes las cosas para después”. Además, ha recordado que, “cuando la vida te golpea con su peor versión, siempre puedes, de alguna manera, darle la vuelta a la situación”.

Algo que se aprende a través de este libro en el que también se recuerda una frase budista que dice que “el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, ¡y de qué manera! Lo poco que pude disfrutar de Elena en vida, ahora lo sigo haciendo a través de su hermana Emi, mi Emilia. Un nuevo reflejo que me ha dado la vida…”, ha agradecido. “Ver a aquella niña de apenas veinte años recordándonos a todos lo que de verdad importa ha provocado una verdadera catarsis en mí”, ha expresado la periodista.




Una enseñanza con la que Elena Huelva ha dejado huella

Elena y Emi nos agradecen el estar ahí, pero realmente la agradecida soy yo. Gracias por un bonito tsunami de emociones que viene desde mucho antes del tres de enero de dos mil veintitrés, y que llegará hasta mucho después. Ahora, por ellas me recuerdo más que hay vivir el ahora y dilucidar entre lo que de verdad merece la pena y lo que no”, ha escrito Almudena Navalón en este libro. “Lo sabemos, pero ¿realmente lo hacemos? Esta es la enseñanza que nos dejan. Hagamos de lo más inocente y cotidiano un bálsamo que nos ayude a sanar. Digamos en voz alta la palabra «cáncer», que las casualidades no existen. Ten tu propio número de la suerte y no pases de puntillas por la vida, hazte ese favor. Grita que ese no es tu perfil bueno para las fotos y haz reír o llorar al que tienes enfrente”, añade. “Este diario es la vida de dos hermanas que se quieren, que se cuidan y que quieren contártelo en positivo. A través de las manos de Emi, sigue Elena; una libélula me lo dijo esta mañana en el jardín”, concluye.



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