Alba Santana, la hija de Mila Ximénez que llevaba cinco días sin separarse de ella día y noche
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Las alarmas se encendían el pasado jueves. Que Alba Santana hubiese viajado con celeridad a Madrid, hacía presagiar que su madre, Mila Ximénez, no estaba atravesando un buen momento. Poco después de esa llegada desde Ámsterdam, algunos medios apuntaban a que su tío Manolo le había realizado una llamada para que se presentara con carácter urgente en la capital y estuviera al lado de su madre. El estado de salud de la colaborador había sufrido una merma en los últimos días y creían conveniente que lo dejara todo y cogiese un avión.
Habían pasado cinco días desde entonces. Con sus cinco noches. Alba no separó de ella ni un momento. Si a su tío Manolo sí se le vio en las inmediaciones del inmueble de su hermana este fin de semana, con un gesto que no hacía sino acrecentar las sombras de esa preocupación, de ella no hay ni rastro de que entrara en esa casa tras realizar una gestión casi nada más llegar desde la capital de los Países Bajos. Fue fotografiada cabizbaja, ocultando su mirada bajo unas gafas de sol, y con unos auriculares inalámbricos para aislarse de esa prensa que buscaba una sola palabra que indicara cómo se encontraba una de las mujeres más mediáticas del universo Mediaset.
Esta había sido para Mila su "mejor medicina" en los momentos en los que la enfermedad había zarandeado sus ánimos. Dicho por la propia Mila, quien también advirtió que, si había decidido luchar hasta que no le quedaran fuerzas, era exclusivamente porque se lo había prometido a ella. Fue durante esa llamada en la que le comunicó el diagnóstico, apenas un par de días antes de esa llamada a su programa para pronunciar por primera vez ese "cáncer de pulmón" que dejó sin palabras al público y a sus compañeros. "Os juro por mis nietos que voy a salir adelante. Voy a salir de ésta. Jamás le he roto a mi hija un juramento. De esta salgo", eran sus palabras, llenas de rabia.
Silencio desde 'Sálvame'
Durante todo este tiempo, Alba había realizado numerosas visitas a Madrid. Siempre que sus obligaciones laborales se lo habían permitido. Su marido, Aviv Miron, facilitó la logística de la casa -tienen dos hijos- para que ella pudiese estar cerca de su madre, que tanto la necesitaba. Como ahora.
Cordon Press.
Mientras la familia de Mila hace piña en su casa, las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo y cariño hacia ella.
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