El comunicado del que Marta Riesco se arrepintió nada más colgar y borró de Instagram: su contenido íntegro
La periodista mostró en sus redes sociales un texto antes de esa carta dirigida a Ana Rosa Quintana, pero se arrepintió casi de inmediato
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Actualizado 09:24
Casi dos semanas después del bombazo lanzado por la revista 'Lecturas', ese que hablaba de la separación de Antonio David Flores y Olga Moreno, Marta Riesco -de quien se dijo que podía ser la tercera en discordia, aunque ahora parece que los 'paparazzi' andan detrás de otra chica que podría haber sido la causante de que la diseñadora haya dicho "basta"- sigue estando de actualidad. Este domingo, en el plató de 'Viva la vida', la convertían, de nuevo, en carne de titular. Y eso que ha pedido, de manera contundente y a través de una carta leída en directo por Ana Rosa Quintana, que se la deje en paz siguiendo con su trabajo como periodista.
Precisamente es ese documento el que nos sirve para hilar con esta noticia, porque, al parecer, Marta escribió un primer comunicado, mucho más duro, días antes de que la prensentadora del espacio en el que trabaja como reportera diera voz a sus palabras. Unas líneas que fueron compartidas en sus 'stories' de Instagram y que borró sin que apenas nadie llegase a tiempo para leerlas. Esas que llegaron a la redacción del espacio de Telecinco que presenta Emma García cada fin de semana.
En ese programa explicaban cómo el 23 de octubre, sábado, ya había escrito un comunicado que hizo circular entre su círculo íntimo y que no vio la luz. Un día más tarde -y uno antes de que escuchásemos a Ana Rosa leer lo que Marta quería gritar al mundo-, era en la mencionada red social donde se pronunciaba para, casi sin tiempo a asimilarlo, borrar ese texto que, ahora, rescatamos. "Llevo cuatro días sometida a un acoso totalmente insoportable por parte de algunos medios de comunicación. Se me está ridiculizando, vejando, metiéndose con mi físico del pasado, con mis amistades, que si me tomo cafés con unos o con otros, que si estaba tensa el otro día haciendo el directo, que mis compañeras están afilando cuchillos para hablar de mí", comenzaba ese texto del pasado 24 de octubre que se esfumaba de sus 'stories' de manera instantánea.
Dolida con sus colegas de profesión
"Amigos me llaman en directo desde sus programas con sorna para que entre al trapo, ¡mis propios compañeros con los que empecé a poner micrófonos! No quieren saber cómo estoy, sino hacer carnaza de una persona que es trending topic sin haberlo querido. Yo que amo mi profesión y que desde hace diez años no hago otra cosa que trabajar y luchar por convertirme en lo que siempre he soñado, en una buena periodista... Me han señalado con la letra Escarlata, no piensan parar", era la queja que lanzaba al mundo, criticando el trato de algunos colegas de profesión.
"Si entro, criticarán que lo haga, y si no entro será porque tengo mucho que callar", continuaba antes de lanzar un puñado de desgarradoras preguntas: "¿Dónde están las feministas ahora ayudándome a defender mi trabajo? ¿Dónde están ahora las feministas para pedir que no se me cuestione y ridiculice? ¿Dónde están aquellas personas que juraron y perjuraron que jamás volverían a ejercer una violencia mediática sobre alguien, que nunca juzgarían a una mujer sin escucharla?".
La parte más dura estaba aún por llegar: "Llevo las últimas horas sobreviviendo a base de pastillas que frenen la ansiedad que tengo. Yo, que soy una chica feliz y trabajadora. ¿Qué he hecho para que me hagáis esto?. Gracias a Dios tengo a todo mi equipo apoyándome y diciéndome que me ponga un paraguas. Que esto pasará, pero, ¿por qué no paran? ¿Solo por audiencia?". Y remataba: "Por favor, basta ya con este acoso y derribo e id detrás de los personajes que se ganan la vida así, a golpe de exclusiva y 'reality', que yo estaré como siempre, sujetándoles el micro si me dejáis".
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