¿Conoces el decálogo del éxito laboral?

La entrevista personal es el primer ( y quizá más importante) examen que debemos aprobar para acceder a un puesto de trabajo. Mostrarse seguro y natural es una de las claves para lograr la confianza de la persona que nos está “evaluando”. Conseguir buena afinidad con nuestro reclutador, “además de conocer la empresa donde estamos solicitando un empleo”, son algunas de las claves que propone la directora de Coaching Club, Verónica Rodríguez Orellana.

DECÁLOGO DEL ÉXITO LABORAL
 

1.  “La puntualidad es la primera tarjeta de visita”. Llegar con media hora de antelación es lo idóneo; cinco minutos tarde, ya “una falta de educación”.
2. “Tu postura después de haber tomado asiento será un detalle fundamental para transmitir seguridad y firmeza”. Mostrarte natural es la clave. No gesticules demasiado, ni permanezcas sin ningún movimiento. Además, “tu espalda tendrá que estar recta”, añade Verónica Rodríguez.
3.  No tutees al entrevistador y apaga el sonido de tu móvil.
4. “La verdad nos libera de cualquier malentendido”, además mentir es un arte muy difícil de dominar a sangre fría y casi seguramente algún detalle “nos traicionaría”, asegura la experta.
5. Nunca hay que hablar mal de anteriores trabajos, aunque existan razones para hacerlo. Criticar otros empleos te dotaría “de un aire de resentimiento negativo para quien te escucha”.
6. Es mejor no hablar del salario en la primera entrevista.
7. Cuidar el vestuario. Ni vayas demasiado encorsetado o elegante, ni acudas en exceso informal. El término medio, otra vez, es lo que funciona.
8. “Mira a los ojos de tu interlocutor” hará que tus palabras, argumentos y razonamientos suenen mucho más creíbles.
9. No debes parecer demasiado necesitado de un puesto de trabajo, aunque lo estés. La frase “lo haría todo para conseguir este trabajo está prohibida”, asevera la experta.
10. “Una vez que hayas cuidado estas necesidades primarias a la hora de enfrentarte a una entrevista de trabajo podrás desatar todas tus competencias y dar la impresión de que si alguien apostara por ti, ganaría”, concluye Verónica Rodríguez.