El terror de Rocío Carrasco grabado en la piel: ''Pasó de ser un ángel a un demonio''

Rocío Carrasco ha tenido que hacer frente públicamente al episodio más cruel y doloroso de su vida, el mismo que dinamitó la relación con su hija
Rocío Carrasco

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Nunca antes se había visto ni escuchado en televisión un testimonio tan desgarrador por boca de un personaje público, como el que anoche contó Rocío Carrasco. Como si de una película de terror se tratase, Rocío va relatando el episodio más duro de su vida, el mismo que dinamitó la relación con su hija Rocío Flores y el mismo del que se ha estado especulando durante tantos años. Una historia durísima, extrema y anti natura, donde la menor en aquel momento con 15 años, pega una paliza a su madre que le lleva al hospital.

Este testimonio está dejando al país entero conmocionado, ya que más allá de culpabilizar la actitud de la niña entonces, se señala al padre, Antonio David Flores Carrasco, como una persona ''manipuladora y sin piedad'', por boca de Rocío. Una actitud que le ha llevado a estar 20 años en televisión sembrado el ''odio'' contra Rocío Carrasco, tachándola de mala madre, de ''dejada'' y ''sin instinto maternal'', que la propia Rocío ha desmentido con un desgarro sin precedentes en pantalla.

Todo ocurre el 27 de julio de 2012, mismo día que se marca como ''el último día que la vio''. Desde ese momento, madre e hija jamás se han reencontrado. ''Un relato que comienza con una denuncia de Rocío Flores contra su madre por maltrato, pero que acabó con la agresión de la niña a su madre''. Tal es la gravedad de lo que allí se cuenta, que la dirección de la docuserie ha querido eliminar más de 11 minutos de relato para evitar más dolor. ''No podía creer que esa niña guapísima, rubia con unos ojos azules enorme, un ángel; pudiera pasar en milésimas de segundo a ser un demonio y decirme esas cosas (insultos) mirándome a los ojos'', cuenta.

Aunque el terror en la cara de Rocío Flores se reproduce y revive al pronunciar esta frase: “La niña se fue, sacó un móvil no sé de dónde y dijo ‘Papá, ya está hecho”. Palabras que le cuenta el conductor de Rocío Flores y que está atestado por el juzgado en una declaración del mismo. A partir de ahí, la vida de Carrasco ha sido una pesadilla: sin sus hijos, juzgada y señalada como ''la responsable de todo''. Un relato duro, cruel, terrible, que ha abierto enormes debates en la sociedad sobre la violencia de género y víctimas directas: los hijos.

Rocío Carrasco

El punto de inflexión

Tras contar el episodio del hospital y cómo se desarrolló todo, las cosas no terminaron ahí. Todo empezó cuando Rocío recibió una llamada de su abogado: Antonio David Flores había solicitado una modificación de medidas para quedarse con la custodia de su hija. Había llevado a la niña a un psicólogo y Rocío había acusado a su madre de maltrato. Antonio David pide tener la custodia de la niña y arranca una nueva batalla judicial.

“No me podía creer esa sangre fría", narraba Rocío con dolor. La hija de Rocío Jurado no podía dar crédito a cómo su hija podía estar actuando así en contra de ella y diciendo tantas mentiras. ''Me acusaron de maltrato a la niña'', reiteró con lágrimas en los ojos. ''Decía que le llamaba gorda y que no le daba de comer'', contó entre otros muchos episodios.

Tras tiempo de luchar y que Rocío Flores ya estuviera con su padre, finalmente consiguieron lo que quería, según relatara Carrasco: “Él me increpa y empieza a decirme ‘Rociíto, como mi hija me llame y me diga que ha tenido algún problema contigo no te salvan ni los geos”, dice. “Rocío había sufrido algún episodio de hacerse daño ella a sí misma y el abogado me dijo has conseguido que te la quiten la custodia teniendo eso encima de la mesa”, afirma. Desde ese momento, jamás ha vuelto a hablar con su hija.

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