La razón por la que 'Masterchef' ''salvó'' la vida a Pepe Rodríguez: ''Estaba al límite''

Pepe Rodríguez, uno de los miembros del jurado de 'Masterchef' más querido, sorprendió la pasada noche con una confesión dura y personal
Pepe Rodríguez, muy emocionado en Masterchef

Redactora CADENA 100

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Pepe Rodríguez es uno de los cocineros más queridos de la televisión y esta afirmación se reitera en cada programa en el que Pepe es protagonista, como la pasada noche en la misma final de 'Masterchef'. Aunque su recorrido en la pequeña pantalla llegase casi de forma accidental y sin buscarlo, lo cierto es que a sus 52 años se ha convertido en todo uno de los rostros más amables y que despierta mayor simpatía en el público. Trabajador, humilde, simpático y con unas salidas rápidas y divertidas, propias de un presentador veretano, pero no, él ante todo es cocinero y el ''Pepe de Illescas de siempre''.

El jurado compuesto por: Samantha Vallejo- Nágera, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez

 RTVE

Como decimos, 'MasterChef' ya conoce a la ganadora de su octava edición de anónimos. Una edición de lo más complicada que se ha convertido en una de las más vistas de su historia. Y es que, las polémicasno han faltado. Todas las entregas han estado marcadas por un casting de aspirantes más enfocados a la polémica que a la buena cocina, algo muy cuestionado, pero que ha causado efecto. Se han convertido en auténticos personajes y animales televisivos con buena mano en los fogones, una mezcla explosiva, que la audiencia ha respaldado.

Pese a todas las adversidades, el programa ha podido cerrar ciclo con una noche llena de emociones, especialmente para Pepe Rodríguez que sorprendió a todos con una confesión personal muy dura.

La cara más personal de Pepe Rodríguez

La noche era la guinda del pastél, por lo que los escenarios estuvieron a la altura. La prueba exterior de la final se realizaba en 'El Bohio', el restaurante de Pepe Rodríguez en Illescas. El toledano ha hecho una gran reforma en el restaurante espectacular, que casi no ha podido disfrutar por la pandemia, su cara al entrar y sus sentimientos encontrados eran un poema. Triste y cabizbajo, porque de momento no ha podido abrir al público: "Se me cae el alma a los pies", admitía el chef. Por su parte, sus compañeros alagaban los cambios: "Esto me huele a dos estrellas Michelin", le felicitaba Samantha, mientras que Pepe admitía que no está la situación para estrellas.

Más tarde, Rodríguez presentaba la prueba a los aspirantes que buscaban un hueco en la final; Alberto, Iván y Luna. Sorprendentemente, Pepe se abría a pecho descubierto para relatar la delicada situación en la que se encontraba antes de convertirse en un chef televisivo: "Hoy tengo sentimientos encontrados", comenzaba admitiendo.

"Cuando Jordi, Samantha y yo preparamos esta temporada lo tuve claro, teníamos que hacer la gran final aquí, en 'El Bohio'. El motivo es que a mí también 'MasterChef' me ha cambiado la vida", explicaba para intentar transmitir a los aspirantes el poder que puede tener el programa de TVE.

Pepe Rodríguez en la final de Masterchef

Masterchef salvó la vida (y el negocio) de Pepe Rodríguez

A pesar de que ahora es uno de los cocineros más famosos de España, el toledano confesaba que no siempre ha tenido este éxito y que 'MasterChef' le salvó de una situación que no pintaban nada bien: "Cuando me llamaron para ser juez estaba en una situación muy complicada, pero muy complicada. Los negocios son así, y por más ilusión que le pongas no siempre cuadran las cuentas. Vamos, que estaba al límite". Para Pepe la cocina es su vida entera, su forma de vida y su todo, de ahí, que las deudas y la preocupación le tuviera en aquel momento en una posición tan dura para él y todos los suyos.

Gracias a la televisión, y tras mucho trabajo, la situación de Pepe es otra: "8 años después y 18 ediciones después, puedo decir con orgullo, que no solo El Bohio sigue en pie, sino que he tenido la gran suerte de transformarlo en el restaurante que siempre he soñado". Sin embargo, esta bonanza se ha visto frenada de golpe por culpa de la pandemia: "Pero el coronavirus se ha interpuesto en nuestras vidas, y El Bohio lleva cuatro meses cerrado. Vosotros sois los primeros en encender los fogones. Los primeros, y por desgracia los últimos porque por más que me duela aún queda un rato largo para que los hosteleros podamos recuperar la normalidad en los negocios".

Estas confesiones del juez del programa pillaba a todos de sorpresa, pero admitía que lo hacía para poner en valor el poder de 'MasterChef' y como la cocina ha salvado a muchos durante estos meses: "Si os cuento todo esto no es para que estéis tristes. Todo lo contrario. Una vez más, 'MasterChef' ha sacado su varita mágica y nos ha permitido poder seguir cocinando sueños en mitad de una pandemia", decía emocionando a los presentes.

"El discurso de Pepe ha sido brutal, tiene una humildad increíble y es un guerrero", terminaba admitiendo Luna, una de las aspirantes. Y, desde luego, que no fue para menos. Una lección en toda regla de superación y humildad, de no tirar jamás la toalla y trabajo duro, que es el único camino para conseguir las cosas.

Pepe Rodríguez manos en la masa en las cocinas

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