La persona que ha conseguido que Carlota Corredera se enfrente a las duras de críticas en redes: "Me sostiene"
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El claro posicionamiento de Carlota Corredera con Rocío Carrasco desde que esta se lanzara a contar su versión de los hechos acaecidos durante su matrimonio con Antonio David Flores han provocado han situado a la presentadora gallega en el centro de la polémica. Esta ha tenido que hacer frente a cróticas durísimas, sobre todo en las redes sociales, con las que se ponía en tela de juicio su profesionalidad. También comentarios fuera de lugar que traspasaban esas fronteras para inmiscuirse en las meramente personales. Una circunstancia nada cómoda para esta mujer de la que tanto hablamos en CADENA 100, en la web.
Este lunes, se sinceraba desde el plató de 'Sálvame' sobre cuánto de complicados han sido todos estos meses, porque por mucho que una se quiera colocar una coraza, la realidad es que este tipo de comentarios hacen mucho daño. "Empecé a ir a terapia después de la pandemia", comenzaba abiréndose en canal ante la audiencia antes de ahondar en que, ese trabajo mano a mano con profesionales, le ha sido muy provechoso también para poder capear con más destreza todo el temporal que le ha azotado estos meses: "Puedo decir hoy, dentro de las taras que tengo de fábrica, que más o menos consigo gestionar lo que me dicen en las redes sociales gracias a una psicóloga que me sostiene".
Carlota, que considera esta como una de las mejores decisiones de su vida -la de dar el paso de pedir ayuda profesional ante algo que se le escapaba de las manos-, ya había tocado este asunto en una entrevista concedida a 'Saber Vivir', donde se desnudaba emocionalmente. "Me hacía falta ayuda profesional, porque quienes salimos en la tele estamos continuamente expuestos y se nos juzga por nuestro físico, por nuestras palabras… por cualquier cosa", explicaba en un intento por visibilzar esa salud mental que, cada vez más y por suerte, está consiguiendo hacerse con un hueco en redes y medios, dándole la normalidad que se merece.
Sus puntos de apoyo incondicionales
Corredera, que ya explicó también delante de las cámaras que "estaba muy tocada", ha encontrado el refugio más confortable -y más allá de estas sesiones con su psicólogo yan sanadoras- en su marido, Carlos de la Maza, y en su compañero de trabajo y jefe David Valldeperas. De hecho, buena parte de las vacaciones de verano las vivieron los tres juntos, tratando de poner tierra de por medio y escapar de ese juicio público al que fueron sometidos por 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'.
Y es muy necesario que, con su vuelta en septiembre para aterrizar en la parrilla de Mediaset, tenga las pilar cargadas. Máxime cuando en el horizonte ya empieza a asomar la segunda parte del documental que va a traer mucha cola -más de la que ya está dejando con ese lío de los documentos de su madre que su hermana, Gloria Camila, no quiere que se exhiban de cara a la opinión pública-. Carlota seguirá estando al lado de su amiga y, para ello, va a precisar toda la fortaleza mental de la que sea capaz de autodotarse.
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