La lluvia de puñales en 'Masterchef'

En esta edición la tensión entre los concursantes supera a la del cocinado
Masterchef

 

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La pasada noche los fogones se volvieron a encender y los cuchillos a afilar en la nueva entrega de 'Masterchef', el talent show culinario más conocido del país. Esta edición empieza a llegar a su fin, ya que tan solo quedan seis participantes, y si hay algo que lo ha caracterizado ha sido el mal rollo, las traiciones, los desplantes y las malas contestaciones entre los propios concursantes. En este programa siempre ha habido roces, ya que se trata de una competición importante, pero estos participantes están haciendo que parezca más un reality show que lo que realmente es.

Prueba inicial con invitados especiales

En este programa quisieron iniciar con una de sus pruebas más clásicas: una persona cocina y otra, a través de mímica, le explica qué plato están haciendo, cómo se hace y qué ingredientes necesita. Sin embargo, para esta ocasión los concursantes no iban a trabajar unos con otros, sino que aparecieron unos invitados muy especiales: por un lado, Jefferson, María y Juan Antonio de Masterchef Junior; y, por otro lado, Anabel Alonso, Mario Vaquerizo, Bibiana Fernández y Carmen Lomana. Jordi Cruz y Pepe González también se atrevieron con esta prueba y, como era de esperar, su resultado fue impecable.

Carmen Lomana mostró claramente su ilusión al ser emparejada con Aleix “¡está cañón este chico!”. Durante la prueba no tuvieron oportunidad de hablar, pero después Carmen empezó a reflexionar sobre su vida con el joven “cada vez que he dejado a alguien me he sentido liberada”, le confesaba, pero los chefs tuvieron que interrumpirles para continuar con los veredictos. El resultado de su plato no fue para nada el que exigían, pero su relación fue de lo más comentado. Al final, la mejor elaboración de la prueba fue la realizada por Teresa con la ayuda de Juan Antonio, seguida muy de cerca por el plato de Valentín y Anabel Alonso.

 

Mucha tensión en la prueba de exteriores

En esta ocasión se desplazaron al Teatro Claderón de Madrid, donde cocinaron para todo el elenco del musical 'West Side Story'. Teresa y Valentín fueron los vencedores por lo que serían los que decidirían cómo formar sus equipos aunque, en base a “una buena capacidad de adaptación”, tenían que juntarse con las personas que peor se llevasen en el concurso. Esto fue la chispa que ya encendió la llama, porque los rencores y rencillas entre algunos de ellos se venían arrastrando de semanas anteriores.

Teresa fue la primera en decidir: “con quien menos empatizo del universo es con Aitana, es de todos la que le veo menos capacidad de concentración”. En el caso de Valentín estaba claro: “mi nombre está claro que es Carlos porque todo el mundo ha visto que le interesa más posar que ponerse a cocinar, le gusta mucho el postureo”. A partir de aquí el ambiente se empezó a caldear y, según iban eligiendo y despotricando, todo iba a peor.

El cocinado no iba a ser mucho mejor, tras la elección la tensión solo fue en aumento hasta el punto de que las discusiones entre Samira y Teresa hicieron que esta última acabase llorando al terminar. A pesar de esto, su equipo resultó vencedor y, con el veredicto, Carlos volvió a enfardarse cargando contra Valentín. El capitán no lo toleró y le espetó que en las ocasiones en las que el otro había sido capitán también habían ido a eliminación, “a ver si empezamos a dejar de ver la mota en ojo ajeno y miramos la viga que hay en el nuestro”.

 

Su segunda eliminación

En la última prueba competían Valentín, Carmen y Carlos, junto a Aleix y Aitana que fueron castigados en el programa anterior con el delantal negro. En ella, el objetivo era realizar un cocinado de vanguardia, algo que suele ser de lo más complicado para los aspirantes. Por si ya fuese poco difícil, el tiempo del que dispondrían sería inversamente proporcional a los ingredientes que eligiesen. A modo de demostración, también cocinarían el chef Joan Roca y su hijo Marc.

Cuando todos los concursantes terminaron, los jueces pasaron a probar sus platos y los de los invitados. Aleix y Valentín supieron salir del paso y presentar algo bastante correcto, mientras que Carlos, Carmen y Aitana fueron muy flojos con sus elaboraciones. Finalmente, fue Carmen la que tuvo que abandonar el concurso, aunque ella misma sabía que su plato no había estado a la altura ya que “no he conseguido plasmar lo que quería”.

 

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