Las secuelas que arrastra Susanna Griso por una imprudencia en su infancia
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Ella es una de las comunicadoras más queridas de la televisión. Susanna Griso, que presenta 'Espejo Público' en Antena 3, no solamente nos informa de los sucesos de última hora. También nos comparte anécdotas personales, relacionadas con la actualidad. El toque de alegría y cercanía que pone en su programa, nos divierte. Te contamos qué le ocurrió de pequeña... Se trata de una huella que lleva muy presente hasta hoy. ¡Tenemos todos los detalles!
Volar como Superman
La anécdota de Susanna Griso ha surgido por 'El juego del calamar', una serie que ha revolucionado todo y está de moda. La presentadora ha empezado hablando sobre la mala influencia que, según los psicólogos, está teniendo la ficción sobre los niños. Los más pequeños, ajenos a la realidad, pueden confundir lo ficticio y lo real. Precisamente, algún centro educativo de España ha tenido que hacer un llamamiento a los padres de los menores. Una advertencia para que tengan cuidado y no intenten imitar conductas peligrosas, creyendo que es "un juego".
Ahí ha sido cuando la periodista ha contado qué le pasó de pequeña, mientras iba de vacaciones: "Iba con mi pobre hermana que ella iba conduciendo. Estábamos llegando al pueblo al que íbamos de vacaciones y estábamos en una recta". Unos cinco y seis añitos tendría. Entonces, Susanna le dijo esto a su hermana: "Yo me bajo aquí".
¡Con cicatrices de por vida!
Su compañera de viaje, se negó a dejarle bajar del coche. La presentadora tuvo en ese instante una idea muy loca, de película: "Lo que me vino a la cabeza, aunque era muy pequeña, lo recuerdo perfectamente. Me voy a tirar del coche en marcha y voy a volar, me voy a coger a la puerta y voy a volar como Superman..." ¡Casi nada! La idea no quedó en su cabeza: "No contenta con eso, cogí del brazo a mi sobrina, que nos llevamos nueve meses, y la arrastré". De aquella experiencia, le quedaron cicatrices...
¿Y qué pasó? Pues que Susanna Griso "se tiró del coche en marcha... pensando que rodaría". Lejos de convertirse en una peli de ficción, se chocó con la realidad: "Me abrí el brazo y sigo teniendo aquí todas las cicatrices". ¡Qué dolor! Menos mal que, aunque le queden marcas, lo ha recordado como una gracia. "No sé qué se me pasaba por la cabeza", ha dicho. Todo por alertar del peligro que puede tener la inocencia de los niños. ¡Tengan cuidado con 'El juego del calamar'!
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