La insólita decisión que da un giro inesperado en 'Masterchef'

Por primera vez en la historia los jueces han tomado una determinación que afecta directamente a dos de los concursantes
Masterchef

 

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La final cada vez está más cerca, las cocinas se van caldeando más que nunca y los concursantes casi pueden tocar con los dedos la victoria, aunque antes de que ese momento llegue deberán superar unas cuantas pruebas bastante duras. Seis son los concursantes que quedan de los dieciséis que comenzaron: Samira, Aleix, Teresa, Carlos, Aitana y Valentín. Entre esos nombres estará el vencedor de esta edición de 'Masterchef'.

El peligro de los platos libres

En esta ocasión la primera prueba implicaba mucho más que ser el capitán de equipo en la prueba de exteriores, ya que ahora estaba en juego un delantal dorado que implica la inmunidad y uno negro que llevaba directamente a la eliminación. Sin embargo, no todo iba a ser fácil y, aunque les dieron la oportunidad de realizar un plato libre, tenían que utilizar como base diferentes cortes de carne que previamente deberían identificar.

Samira, al no saber diferenciar los distintos tipos de carne fue sancionada directamente con el delantal negro. “Os hemos avisado de que los fallos tendrían consecuencias, Samira vas directa a eliminación”. La prueba premiaba con delantal dorado y la elegida fue Teresa, que consiguió hacer un plato con el que los jueces se relamieron. Además, el plato vencedor pasaría a formar parte de la carta del propio restaurante de 'Masterchef'. “Teresa esto me vale como un gran plato para esta prueba, has respetado los productos, le has dado un toque interesante y has utilizado una pequeña técnica que actualiza este plato, te felicito”, le comentó el chef Jordi Cruz.

La accidentada prueba de exteriores

Los concursantes se desplazaron para esta prueba hasta Zamora, con el privilegio de cocinar en un paraje tan bello como los jardines de la catedral de la ciudad. En este programa se quiso rendir homenaje a todos los ganaderos y agricultores de la zona por su importante labor, por lo que serían los comensales de esta prueba. Teresa pudo formar ambos equipos: en el equipo rojo estaban Samira, Aleix y Aitana; el azul estuvo formado por Valentín y Carlos.

Teresa, además de repartir los platos, tuvo que supervisar todo el cocinado, aunque en ocasiones se vio sobrepasada. Los jueces empezaron a desquiciarse al ver que no todo fluía como debía y Samantha lo pagó especialmente con Aitana “¡Ya está bien de dudar! ¡Saca la olla y ponla! ¡Nos estamos haciendo un lío con una chorrada!” gritó la juez. Algunos concursantes se quedaron anonadados ante tal bronca que algunos espectadores calificaron como exagerada e innecesaria. Tal fue el caos que Jordi Cruz y Pepe Rodríguez se vieron obligados a intervenir para que todos las elaboraciones salieran adelante.

 

El concursante más polémico de la edición, Carlos, fue el que mejor veredicto recibió, consiguiendo librarse de la eliminación. Teresa, a pesar de ganarse la inmunidad, consideró que no se merecía el delantal dorado y por tanto pidió acompañar al resto de concursantes en la eliminación. El jurado estuvo totalmente de acuerdo, incluso afirmaron haberse planteado retirarle ese privilegio antes de que ella lo comentase.

La tensa e inexistente eliminación

Para esta prueba de eliminación contaron con la visita del reputado chef Martín Berasategui. Los concursantes tuvieron que enfrentarse por parejas, retándose con los compañeros que eligieran hasta conseguir salir victorioso. Por tanto, era mejor competir primero porque así tendrían más oportunidades de retarse con los demás y salvarse.

La primera en poder elegir fue Teresa que decidió enfrentarse contra Aitana elaborando una ensalada de bogavante. La primera resultó ganadora y, entonces, Aitana decidió competir contra Aleix, teniendo que realizar un crujiente de leche de coco y naranja. Esta elección fue meditada por la joven, que creyó que al ser Aleix el más fuerte si le venciese estaría preparada para llegar a la final. Para su suerte, Aitana ganó y su compañero eligió a Valentín. Ambos tuvieron que cocinar un solomillo asado, algo que le dio la victoria a Aleix.

Por tanto, en la batalla final se tenían que enfrentar Valentín y Samira y su enemigo común sería una vieira marinada. Valentín confesó que su punto débil era el pescado y, además, ambos cocinaron sumamente nerviosos. A pesar de esto, los platos resultantes estuvieron a la altura, lo cual dificultó la labor de los jueces. “Es muy difícil encontrar una diferencia entre los dos, estamos sorprendidos por lo bien que habéis trabajado” confesó Jordi Cruz. Por tanto, tomaron una decisión sin precedentes en este programa, que ninguno fuese eliminado, para sorpresa de Samira y Valentín.

 

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