La edición más polémica de 'Masterchef' llega a su fin

La próxima noche se celebrará la gran final de la séptima temporada de este talent show culinario
Masterchef

 

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Esta noche daremos por concluida la séptima edición de 'Masterchef', una temporada que no ha estado exenta de polémica. Aunque siempre hay aspectos concretos que se critican o que generan controversia dentro del público, en esta ocasión hay veces que más que un talent show parecía un reality show. Teresa, Aleix, Aitana y Valentín se encuentran a las puertas de alzarse con el premio, aunque para llegar hasta ahí han tenido que sufrir mucho.

Falta de audiencia

El concurso recibió bastante apoyo desde un inicio ya que ofrecían una gran novedad: en el casting los jueces elegirían qué participantes podrían pasar adelante y serían los propios concursantes quienes decidirían en el equipo de que chef se posicionarían. Sin embargo, esta elección ha servido de poco a lo largo del concurso, realmente no ha tenido una gran repercusión. De igual manera, con el paso de los episodios también fue desapareciendo la audiencia, llegando al punto de ser la temporada menos vista de toda la historia del programa.

Los concursantes con más bajo nivel

Aunque cada vez son más personas las que se presentan a los casting del programa, parece ser que los concursantes que finalmente se eligen no son los más idóneos. En esta edición se ha criticado que los aspirantes tienen un nivel mucho más bajo que otras ediciones, errando al realizar platos que deberían resultar muy sencillos para alguien aficionado a la cocina. Además, esto ha ido en relación con la dificultad de las pruebas, que en ocasiones eran cosas irrisorias como bocadillos, croquetas o menestras de verduras.

Numerosos platos cancelados

Las pruebas de exteriores son intensas, complicadas y duras, pero en esta edición han sido las que más dificultades han planteado entre los aspirantes. Tal es así que, por primera vez en la historia del programa, uno de los grupos no pudo en una prueba sacar ninguno de los platos que tenían asignados. Y es que se trata de la temporada en la que más veces se han quedado elaboraciones sin servir.

Las traiciones y desplantes

A lo largo de cada programa podíamos ver cómo para algunos de los concursantes lo más importante parecía ser ganar, incluso si esto suponía tener que pasar por encima de sus compañeros. Carlos fue el principal ejemplo, ya que era el más polémico, pero algunos otros cocineros también tuvieron ciertas actitudes más que reprochables y con una clara falta de compañerismo.

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