La dura confesión del chef de David de Jorge por sus 267 kilos: ''Tengo un gordo dentro deseando salir''

La pasada noche 'El Hormiguero' invitó al querido cocinero David de Jorge Ezeizabarrena, que aunque no todo el mundo lo ubica por su nombre -y sí por Robin Food, programa de cocina que presentaba a nivel nacional hace años-, es uno de los chefs españoles con mayor recorrido y más versátil. David, procedente del País Vasco, colabora, dirige y presenta diferentes trabajos en medios de comunicación, todos y cada uno de ellos, relacionados con el mundo de la cocina y la gastronomía. Además, no puede tener mejor padrino: Martín Berasategui.

Eso sí, sobre su vida se conoce poco. Al menos hasta la pasada noche, que se abrió en canal con Pablo Motos y confesó lo mal que lo ha pasado con el sobrepeso que tenía. Porque aunque ya se ha quitado 140 kilos, él afirma que ''tiene un gordo dentro queriendo salir'' y sigue luchando contra él.

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En los 267 kilos, su peor momento

Su peor momento fue en el que pesaba 267 kilos, que le condicionada mucho su vida. Y es que, el simple hecho de levantarse, sentarse de una silla o acostarse en la cama, era un auténtico suplicio. "No sabía ni por dónde bajarme de la cama. Llegó un momento que me daba igual morirme. Cuando dices me muero saltan las alarmas", ha contado con honestidad.

En todo este camino, De Jorge no ha estado solo. Gracias a Dios tiene una familia maravillosa y un círculo que le ha arropado mucho en esta lucha contra la comida. Una relación difícil, ya que además es su trabajo, por lo que aprender a tener una relación sana y poder perder peso ha sido algo muy duro para él. ''Me han ayudado mucho mis familiares, mis amigos y, por supuesto, los doctores'', aseguró.

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Obstáculos duros

"Con la edad me he dado cuenta de que me cuesta cada vez más poder bajar de peso, así que intento controlarme", ha reconocido a Motos, que se quedaba realmente sorprendido por su honestidad. Y es que, el chef también reveló que ha pasado situaciones muy complicadas, hasta el punto de ''romper miles de silla'' al sentarse, que le han hecho vivir escenas sonrojantes públicamente. ''Eso solo es una punta de todo lo vivido, montarme en un avión también se había convertido en todo un espanto porque no entraba nunca''. Y lejos de quedarse ahí, admitió que ''todo esto le ha hecho pasar por momentos personales realmente duros y que le han hecho sentir atrapado en su propia existencia''.

Por fortuna, David de Jorge hoy está en otro punto, y aunque no se relaja, sí que se siente orgulloso de todo lo que ha conseguido.

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