20 años de ‘Gran Hermano 1’: momentos y razones por los que se convirtió en un éxito de la televisión
- Mediaset
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El 23 de abril del año 2000 se estrenó en televisión ‘Gran Hermano’, un programa completamente desconocido para los telespectadores que se convirtió en todo un éxito en cuestión de semanas. Era la primera vez que nos acercábamos al concepto de telerrealidad y prueba de su éxito es que 20 años después nos seguimos acordando de todos y cada uno de los habitantes de aquella casa que cambió para siempre nuestra forma de ver la televisión y que marcó un antes y un después en la programación de las cadenas, que empezaron a apostar por el formato reality tras el triunfo de ‘GH’.
Ismael Beiro, ganador de 'GH 1'
Empezando por su presentadora, Mercedes Milá, que se salió de su faceta como presentadora seria en entrevistas a personajes importantes para meterse de lleno en este apasionante proyecto que sigue recordando con mucho cariño y que ha marcado su vida profesional, saliéndose de lo convencional y conquistando a la audiencia con su carisma, su cercanía con el público y con los concursantes, que se convirtieron en su familia. Desde Telecinco han querido recordar cómo les ha cambiado la vida en estos 20 años y a qué se dedican ahora los tres finalistas: Ania, Iván e Ismael, tres personas que se convirtieron en personajes y que experimentaron por primera vez lo que era vivir en una casa rodeados de cámaras de televisión.
‘Gran Hermano 1’: audiencias millonarias y unos concursantes inolvidables
Hace unos meses, Mercedes Milá quiso volver al pasado y se acercó a aquella primera casa de ‘Gran Hermano’ que estaba situada en el municipio madrileño de Soto del Real. Una casa que nada tiene que ver con las que estamos acostumbrados a ver ahora en las últimas ediciones y en la que tenían hasta un perrito como mascota y una piscina, que en las siguientes ediciones ha evolucionado en jacuzzi. Hasta Mercedes Milá empezó dando el discurso de bienvenida al programa como si de un telediario se tratase, con la única presencia en plató de una mesa en la que sujetar los papeles del guion.
“14 concursantes que no se conocen de nada, han decidido convivir libremente observados por 29 cámaras de televisión, nada escapará a la mirada de ‘Gran Hermano’. Vosotros, los millones de personas que se asomarán a la vida de nuestros participantes sois el ‘Gran Hermano’”, explicó a la audiencia. Hasta habló de una versión digital para poder verlos en una especie de 24 horas. Una audiencia que llegó a rozar los 10 millones de espectadores y el 70% de share, algo impensable actualmente y que pocos programas han conseguido superar o igualar a lo largo de la historia de la televisión.
57. Así daba comienzo la primera edición de Gran Hermano presentado por Mercedes. pic.twitter.com/7eZC16d4ff
— ωιℓℓ��️����✈️ (@StoWilliams) September 8, 2017
Pocos habrán olvidado la historia de amor de Jorge y María José Galera, que pasó a la historia como el primer romance dentro de la casa más famosa de la televisión aunque durara poco más de un año y acabaran fatal. O la frase: “¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza? ¿Quién?”, que pronunció él mismo y nadie ha conseguido sacar de su vocabulario en estos 20 años.
Ismael Beiro, el ganador
Concretamente esas audiencias fueron testigos del triunfo de Ismael Beiro, el ganador de la primera edición de ‘Gran Hermano’, pasando a la historia y que continúa siendo muy querido por todos aunque hayan pasado ya 20 años desde que se dio a conocer. Su vida ha cambiado por completo y a día de hoy ha formado una familia, tiene dos hijos pequeños que no llegan a los tres años, ha trabajado en numerosas cadenas de televisión, además de dedicarse a las artes escénicas. No ha parado desde entonces y ni la fama ni el dinero han conseguido cambiarle. "Me ha ido bien la vida, no me puedo quejar", ha dicho él mismo en un vídeo dfundido en la cuenta de Twitter del programa, desde donde están compartiendo vídeos de los concursantes estos días para celebrar el 20 aniversario del concurso.
Iván Armesto, un gran segundo puesto
Lo mismo le ha sucedido a Iván Armesto, segundo finalista y muy amigo de Ismael. Juntos se tiñeron el pelo de naranja, de amarillo y de lo que hiciera falta porque en la casa vivían aislados y tenían que hacer lo que fuera para entretenerse ellos y entretener a la audiencia. Él tampoco cambió su vida por la fama y, aunque cuando entró se dedicaba al turismo, actualmente se dedica al mundo audiovisual y desde hace 14 años se dedica al cine, a seleccionar y contratar extras en películas.
Ania Iglesias, la tercera en discordia
Ania Iglesias, por su parte, también ha montado su propio negocio de estética, hace numerosas formaciones en este campo y está encantada con ello. Aunque fue una de las concursantes catalogadas como “víctima”, consiguió colarse en la final y quedar en un buenísimo tercer puesto. "Los que me hicieron víctima fueron mis compañeros al intentar echarme. Me metisteis en la final. Luego eso lo utilicé a mi favor”, explicó hace unos años en un programa de la cadena cuando protagonizó un reencuentro con sus compañeros.
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