"Corrían peligro": Saray Montoya gana en los juzgados a la familia de su marido tras la presunta agresión
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Hace dos semanas, las redes ardían con la publicación de Saray Montoya en la que aseguraba que su suegro y su cuñado habían intentado matarla. Lo hacía mostrando esas heridas que, presuntamente, eran obra de la familia de su marido. Un relato en el que, tras avanzar en su cuenta de Instagram, ahondaba en diferentes platós de televisión, dando pie a que la otra parte entrara en juego y desmintiera todas y cada una de sus palabras. Ahora, ha sido un juez quien se ha pronunciado, sentenciando que los dos sujetos no podrán acercarse a más de 200 metros de la mujer que conocimos de la mano de los 'Gipsy Kings'.
O lo que es lo mismo, ha interpuesto una orden de alejamiento para mayor seguridad de una Saray que no podía contener la emoción a la salida de los juzgados. Porque el juez ha determinado que "corrían peligro", tanto ella como su hija, y eso le ha hecho remover todo lo vivido en esa jornada aciaga en la que vio la muerte muy cerca. Ante la prensa manifestaba que "los daños más fuertes" que sufre son "los del corazón, porque la familia de tu marido es también tu familia". Efectivamente, este incidente la deja rota por dentro por la gravedad de los hechos, pero, también, por las consecuencias que van más allá de las heridas.
A pesar de que a simple vista, pasado este tiempo, ya no se visulmbra en ella esas marcas, lo cierto es que tuvo que ser atendida tras sufrir 13 puñaladas a manos de esos familiares de su marido, según su relato. Ahora, con esta decisión judicial, puede respirar un poco más tranquila, pero tendrá que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si, finalmente, su suegro y su cuñado tienen resposabilidad penal por ello.
Su desgarrador relato
Era en 'Viva la vida' donde Saray ofrecía el relato más detallado y espeluznante de la pesadilla que habían vivido su hija y ella. "Me encuentro mal, débil, ha sido una paliza, una agresión con tijeras, con cuchillos, algo horrible", comenzaba sincerándose con Toñiu Moreno, que no daría crédito, a continuación, por la dureza de lo que le estaba contando su interlocutora. "Mi hija me decía: '¿Estamos vivas o muertas?". Le dieron una puñalada en el pecho, quería clavársela en el corazón, otra en las manos, ha sido horrible. Ha sido un intento de asesinato", proseguía.
"No son mi familia, la familia no hace eso. A mí dejadme a un lado, ¿pero mi hija? Es tu nieta, es tu sobrina. ¿Cómo han podido hacer esto a alguien de su sangre?”, lanzaba al aire la pregunta para continuar dejando de manifiesto “Por supuesto que tengo miedo. Fue una trama muy rara, estábamos mi niña y yo solas. La criatura no miró por la mirilla, abrió del tirón. Sentía un dolor muy grande en las carnes, me desmayé en el suelo. Mi niña les decía: 'Ay, no pegues a mi madre'. Cogieron unas tijeras y me empezaron a cortar por todo el cuerpo. Barbaridades".
También respondía a la inquietud de Toñi por saber si había algo grave detrás del ataque que estaba narrando. Ella, respondía con rotundidad: "Nunca he cuajado con ellos, no me gusta su forma de vida, de ser. Llevo 25 años casada y siempre he estado retirada. Todo este odio lo venían arrastrando hasta que ha pasado esto. La gente que me conoce sabe que no estoy mintiendo, que digo la verdad".
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