Conoce todas las claves del episodio final de 'Juego de Tronos'

Juego de Tronos se acaba de despedir de nuestras vidas y, aunque podamos volver a ver cada capítulo de nuevo siempre que queramos, nunca será igual. Puede que tengas una sensación agridulce, algo lógico por la alegría al haber disfrutado de esta serie durante tanto tiempo y al haber conocido al fin su final, pero la tristeza de que todo haya acabado y que no volvamos a saber más de Arya, Jon, Daenerys, Sansa o Tyrion. Después de ocho temporadas, 73 episodios y muchas más muertes de las que podamos imaginar Juego de Tronos llegó a su fin y, a continuación, os resumiremos los cerca de 80 minutos en los que se produjo todo el desenlace.

LAS RUINAS Y LAS CENIZAS

Tyrion es uno de los personajes más queridos en la serie, pero en este capítulo dejó a un lado su ironía, sus bromas y su perspicacia para sufrir, como haría cualquier persona, al contemplar la destrucción y devastación del que había sido su hogar y de todas sus gentes. Su mayor preocupación, como es lógico, era si finalmente su hermano habría llegado a tiempo para salvar a su hermana Cersei. Tras recorrer un largo camino entre ceniza, consiguió acceder hasta el lugar por el que su familia debería haber huido, encontrando entre los escombros la mano de oro de su hermano. Quitando alguna piedra más, con su rostro lleno de lágrimas y pesar, se encontró a Cersei y Jaime abrazados y sin aliento bajo todo aquello.

Fuera de las murallas, los dothrakis y los inmaculados celebraban a su manera la victoria y, cuando finalmente llegó Drogon con su reina, Daenerys pronunció un discurso motivador que daba a entender que la guerra no había terminado y que se dirigirían al resto de territorios para liberar, a su manera, a todo el mundo. Sin embargo, Tyrion se acercó a ella y admitió su traición al ayudar a Jaime, además de renunciar a ser Mano de la Reina ya que “masacrasteis la ciudad”. Esto provocó que fuese arrestado y que, como era obvio, se planease su ejecución.

EL PAPEL DE JON

Desde que Daenerys arrasó con toda la ciudad Jon tuvo un conflicto interno muy grande: amaba a su reina, la respetaba, pero no estaba de acuerdo en cómo estaba librando la guerra. Sin embargo, en todo momento pareció mantenerse firme y leal, incluso cuando acudió a ver a Tyrion a su celda. El Lannister quiso hacer entender a Jon que era el único que podía poner fin a todo aquello, ya que era el heredero legítimo al trono, pero a él nada de eso le importaba, solo quería apoyar a Daenerys en su reinado. Finalmente, Tyrion le instó a que lo reconsiderase, que pensase en sus hermanas que jamás hincarían la rodilla y en lo que la reina les haría por ello. “El amor es la muerte del deber” dijo Jon, “a veces, el deber es la muerte del amor”, contestó Tyrion.

EL TRONO DE HIERRO

A pesar de toda la destrucción y la devastación, el Trono de Hierro sigue intacto entre los escombros de la sala en la que se encontraba. Daenerys se acerca, lo admira e incluso lo toca, pero no se sienta, tanto tiempo ansiando algo y al fin ese momento llegó, el deseo de una niña pequeña que al fin se había convertido en realidad. Al aparecer Jon en escena ella le expresa toda su felicidad, pero él prefiere centrar el tema en la liberación de Tyrion y el futuro del resto de pueblos. Aun así, ella se mantiene firme e intenta convencer a Jon de que han iniciado una nueva era y un nuevo modelo de gobernar, “rompamos la rueda juntos”, le dice. Al final, Jon le dice “Eres mi reina, ahora y siempre” y se funden en un tierno beso. Sin embargo, cuando parecía que Jon había perdido la cabeza y que el amor le estaba cegando, vemos como el rostro de Daenerys cambia y descubrimos que, en medio del beso, Jon había aprovechado para clavarle una daga, asestándole un golpe mortal.

Drogon, al notar que algo ocurría con su madre, vuela hasta el punto en el que se encontraban y, cuando Jon se retira del cuerpo, intenta mover a Daenerys con su cabeza para ver si se levanta. Al descubrir que estaba muerta comienza a lanzar llamaradas, pero no contra Jon, sino contra el trono que hizo que su madre terminase así, hasta el punto de fundirlo completamente. Tras esto, coge a Dany con sus garras y se la lleva lejos de allí.

EL NUEVO REY

Un pequeño salto temporal hacia delante y vemos como Tyrion va a ser juzgado, pero en esta ocasión por los hombres y mujeres más poderosos de Poniente, los representantes de las grandes casas de los Siete Reinos. En este debate el espectador descubre que Jon también está preso por traición y que, a pesar de la insistencia de las Stark, los inmaculados y los Greyjoy se niegan a liberarle.

Tyrion propone que se elija a un nuevo rey o reina entre los presentes, lo cual genera algo de debate. Por ello, el único vivo de los Lannister expresa que, tras mucha reflexión en su tiempo de reclusión, llegó a la conclusión de que el rey tendría que ser alguien cuyas historias fueran poderosas y que la mejor de todas era la de Bran. Al principio el resto de los presentes no contestaron a esta propuesta, pero finalmente todos aceptaron que fuera su rey. Todos, salvo su hermana Sansa, que estableció que el norte sería un reino independiente, ya que ahora no estaban en situación de arrodillarse ante nadie.

¿Y DESPUÉS?

Tyrion, para redimirse de todos sus errores y en contra de su voluntad, se convierte en Mano del Rey, ayudando a Bran con todo el reinado. El futuro de Jon no era tan sencillo, muchas personas le querían muerto y otros tantos vivo, así que Bran consideró que la única manera de mantener la paz era mandar a su hermano a la Guardia de la Noche, donde pasaría el resto de su vida, reencontrándose con Fantasma y Tormund. Sansa, por su parte, fue nombrada como Reina en el Norte, algo que su hermano Jon apoyó desde un primer momento. Y, por último, Arya decide no ir al norte ni quedarse en Desembarco del Rey, siempre fue muy ambiciosa así que decide irse a donde otros no han llegado con el fin de ampliar los horizontes y explorar nuevos territorios.