Canales Rivera estalla tras ser acusado de una nueva infidelidad: "Todo lo que vende es mierda"

El colaborador de 'Sálvame' desmiente, de manera muy tajante, las informaciones que apuntan a que habría sido de nuevo desleal a su pareja
José Antonio Canales Rivera, muy preocupado por su madre tras la muerte de su padre
Telecinco.

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A Canales Rivera le costó demasido recuperar la relación con Isabel Márquez después de que se conocieran sus deslices con una tercera en discordia como para sorportar que se viertan rumores sobre él y una nueva deslealtad. No lo va a consentir y lo dejó muy claro en la tarde de ayer, en ese plató de 'Sálvame' en el que colabora desde hace meses. Porque una chica aseguró que había habido más que palabras entre ellas en un testimonio que él mismo se apresuró a matizar para evitar malos entendidos mayores que puedan mermar su estabilidad personal.

La joven que parece querer coger el testigo de Cynthia Martínez -con quien el diestro sí admitió haber sido infiel a su pareja- se llama Miriam y es de Cádiz. "Me comentó que le había salido mi perfil en sugerencias. Nunca pensé que tuviera pareja. Él es muy listo… Me escribió por Instagram, me dijo que estaba casado", explicaba tras haber mostrado unos mensajes para poner de manifiesto que el contacto entre ellos existió. Y añadía: "En ningún momento se esconde. La primera vez que quedé con él fue a las 6 de la tarde en el paseo marítimo de Cádiz. Más tarde me dijo que tenía pareja y en mayo volvimos a quedar. Nos enrollamos. Decidí no volver a quedar con él porque no me interesa una persona así. No lo veo mala persona".

Canales Rivera hace frente a los nuevos mensajes que apuntan a otra infidelidad a Isabel

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Estas eran las declaraciones que provocaban que él se defendiera. Porque, si bien es cierto que no escondía que se habían visto, lo que no le parecía ni medio normal es que hubiese engordado la historia aseverando que hubo contacto físico íntimo. "No considero que haya tenido desliz ninguno. Quedé un día con ella y no me tengo que esconder de nada, en absoluto", comenzaba explicándose con un tono sereno que se iba elevando con el paso de sus palabras, al darse cuenta del lío en el que podía verse envuelto de nuevo.

"Yo a esta señorita no le he tocado ni un pelo. No ha tenido nada conmigo. Solo estuvimos un día tomando un café. No iba a decir nada de esto pero me parece de muy poca vergüenza, irrespetuoso, de mal gusto y todo lo que vende es mierda. Si yo la he tocado o no, me tienen que matar. No he tocado a esta mujer y no he tenido ninguna relación con ella", remataba, visiblemente enfadado ante un testimonio como tantos otros hemos escuchado en ese mismo programa en busca de un instante de gloria instantánea.

La sombra de la duda

Lo cierto es que, con el historial que tiene a sus espaldas, hay quienes no se han creído su discurso. Es más, desde cierto sector se pide que se someta a un nuevo polígrafo con el que Conchita desvele si esta autodefensa que ha realizado es cierta o ha vuelto a caer en la trampa de alguien que ha conseguido lo que quería: entrar en un programa de televisión tan seguido como este. Aunque, lo que de verdad importa es que Isabel, a quien tanto le costó reconquistar tras la tremenda metudura de pata con Cynthia.




Así las cosas, habrá que esperar para comprobar si en su programa le siguen dando bola a esta historia o si con su testimonio dan por zanjada una polémica que ayer le caía del cielo a Canales Rivera, que está comprobando que en el espacio que le da de comer no respetan la intimidad ni de sus propios trabajadores.

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